Ciudad de Kabul

Recetas facilitadas por Mahbooba Kamawal ciudadana de Afganistán en el exilio.

    A veinticinco días del atentado de Nueva York y cuando todavía las grandes potencias, encabezadas por Estados Unidos de Norte América, se piensan la forma de aplastar definitivamente a un país en la más absoluta ruina, sin viviendas, sin las necesidades básicas indispensables cubiertas, donde el hecho de sobrevivir es ya de por si la gran aventura diaria, hemos investigado de una forma general sobre la historia y consecuentemente en el futurible de los ciudadanos de este lugar olvidado por la opinión general y donde se nos quiere vender que vienen todos nuestros males.

    La lectura de libros de historia de principios del siglo XX ya nos habla de la belicosidad de este conglomerado de razas, no sólo la gran potencia del momento, Inglaterra, fue derrotada, también lo fueron los rusos y los persas, este pueblo sólo fue dominado, y a duras penas, por Alejandro Magno. Pero la primera incógnita que debemos despejar es la de conocer la razón por la que este enclave es codiciado por todos pese a la aridez del terreno y su conflictividad.

    Durante muchos siglos esta región fue paso obligado de las rutas comerciales hasta que por la orografía del terreno y por la facilidad que ésta ofrecía al bandidaje fue desviada hacia el norte y por el mar en el sur. Este aislamiento detuvo su progreso, lo que propició un feudalismo que se mantiene hasta la actualidad. Su posición geoestratégica es indiscutible, enclavado a caballo de China, Rusia, Irán y Pakistán le hace ser bocado apetecible por las grandes potencias. Condenada a la pobreza pese a sus grandes recursos de todo tipo se convierte con el tiempo en refugio de ideas y acciones revolucionarias que escapan a la comprensión de otros ciudadanos del mundo que sólo piensan en el beneficio inmediato y en el que todo es válido.

    Es muy posible que esta guerra que se avecina la ganemos los países 'civilizados', que impongamos gobiernos antipopulares y fronteras ficticias, pero ese beneficio inmediato sólo podrá ser germen de nuevos futuros conflictos, porque no se puede colonizar el pensamiento del individuo, no se puede acotar el deseo de todo ser humano al bienestar, ni se puede imponer modelos sociales, religiosos o personales. No es Bin Laden, como no lo fue Che Guevara, Hitler o Mao Tse Tung, es el oportunismo histórico, no son personas concretas, siempre existirá un terrorista, un guerrillero, un libertador o un tirano donde exista injusticia social. No se puede dar de comer a quien sabemos que al final terminará devorándonos, ejemplos no nos faltan en un pasado inmediato, como tampoco se puede desestabilizar de forma selectiva a comunidades enteras, véase el ejemplo de Libia, Irak, Irán, Líbano, Palestina, Siria, Vietnam, Laos, Bamboya, porque al final los que nada tienen que perder, los desheredados de la tierra, nos pasarán factura. 

    La guerra de guerrillas, invento de los españoles, favorece siempre a los grupos autóctonos porque son conocedores del terreno y la población está de su parte, un pequeño grupo de hombres pueden mantener indefinidamente a un gran ejército en jaque hasta el agotamiento, tanto moral, físico y económico. De nada vale una tecnología punta cuando el hombre debe de valerse por si solo en un terreno hostil, enseñanza que debemos tener en cuenta si no queremos sufrir la gran derrota de occidente ante el Islam y el declive de nuestra civilización. La mayor derrota que podemos hacerle a los terroristas es rectificar nuestros fallos del pasado y nuestros prejuicios de civilización dominante, por no decir racismo exacerbado. Al terrorismo se le combate con democracia, con reparto de riquezas, con igualdad de oportunidades, todo lo que no sea eso es entrar en una espiral de violencia en donde siempre saldremos perdiendo.

    La foto de arriba ya no es reflejo de la verdad, Kabul es una ciudad fantasma, un montón de ruinas por donde deambulan como fantasmas mutilados, viudas sin posibilidad de subsistir y huérfanos. No hagamos del sufrimiento humano nuestra razón de vida, ni pretendamos que otras sociedades sean a imagen y semejanza nuestra porque seguiremos cometiendo errores históricos irreparables.

 

PALAU

BANJAN BURANI

KORMA DE PATATAS

CHUKNI