La frecuencia con que aparecen
las jarritas en forma de
ánade se explica por la importancia que tenía
este animal en la alimentación de los pueblos preclásicos.
FLORES DE CALABAZA
Receta facilitada por D. Hugo Cerón Anaya
2
cucharadas de aceite o mantequilla. 3
cucharadas de cebolla finamente picada. 1
diente de ajo, pelado y picado. 600
grs de flor de calabaza, limpia y cortada en pedazos. Sal 1 cucharada de epazote o cilantro.
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PREPARACIÓN: Para
limpiar las flores: desprenda los sépalos fibrosos y el duro exterior
del tallo, abra las flores dejando el pistilo intacto, enjuáguelas rápidamente
con agua fría para despojarlas de tierra. Caliente
el aceite en una sartén grande, añada la cebolla y el ajo, acitrónelos
(aproximadamente un minuto), deben cambiar a un color café claro, no
deben dorarse. Añada las flores y la sal, tape la sartén y cuézalo a
fuego medio (aproximadamente 10 minutos). Cuando las flores estén
ligeramente suaves agregue el epazote y reduzca el jugo de las flores a
fuego alto durante 5 minutos; la mezcla debe estar un poco jugosa.
Nota:
Si las flores no están frescas, tienden a secarse. Ante esta
situación tiene que agregar 3 cucharadas de agua a la sartén y cuézalas
cubiertas todo el tiempo. Esta preparación la puede usar como guarnición para alguna carne o como usualmente se come en México: en una tortilla caliente se ponen delgadas rebanadas de queso para fundir, una porción generosa de flores de calabaza y calentar todo hasta que el queso se derrita. Entonces tendrá una “quesadilla de flor de calabaza”. |