LOS JARDINES EN LA CULTURA ROMANA.
Escrito por Aleix Canelles

ESTRUCTURACIÓN Y FUNCIONALIDAD

   La importancia de los jardines en la vida social romana está vinculada a la evolución de las casas, sus peristilos y otras partes como los triclinium, etc... Para poder entender este hecho deberemos que tener en cuenta los inicios de la cultura romana, su expansión económica, su importante vida social, y su  "demostración" de clase social a la que pertenece esta élite aristocrática con sus consiguientes rituales sociales.

   Durante los doce siglos que dura la historia de Roma, la casa romana sufrirá una serie de transformaciones fruto de la evolución, los contactos con otras culturas y sobretodo de un aumento progresivo de la economía y de una parte concreta de la sociedad, la aristocracia.

   Así se tiene que entender la evolución del elemento más importante, las casas y sus diferentes tipologías. En un primer momento tenemos las cases sencillas (taberna) que acabarán evolucionando hacia el bloque de pisos que encontramos en ciudades como Ostia (Italia), etc... Poco después, y debido al aumento del nivel económico de los propietarios, tenemos las llamadas casas de patio lateral o de estructura en L, y para entenderlo un claro ejemplo son las dos primeras fases de expansión de la casa nº 2 de Ampurias (España), que responde a 3 fases de expansión a lo largo del siglo I d.C.

 

 

CASAS 2A Y 2B DE AMPURIAS EN SU ESTADO INICIAL; MAR, R. & RUÍZ DED ARBULO, J.  (1993); Ampurias romana: historia, arquitectura y arqueología,  Ed. Ausa DL, Sabadell.

PRIMERA FASE DE EXPANSION  DE LAS CASAS 2A Y 2B DE AMPURIAS MAR, R. & RUÍZ DED ARBULO, J. (1993); Ampurias romana: historia, arquitectura y arqueología,  Ed. Ausa DL,  Sabadell.

 

 

 

   En un primer momento, cuando la muralla de la ciudad ya había sido derribada para las reformas augusteas, la casa se extiende sobre ella ocupando la parte de delante y la correspondiente a la de la casa 2B, delimitando así sus dominios formando la llamada estructura en L. Sobre el antiguo hortu(nº1)s se edificará un gran peristilo cuadrado(nº2) que cierra el jardín. En el fondo de este peristilo se puede observar un gran oecus (nº3) (sala de recepción o reuniones), articulado con el porticado.

   Al mismo tiempo se crea una fachada (nº4) dirigida al jardín, desde donde se abrirán una serie de habitaciones. Al jardín posterior se accede a través de unos pasillos que se intercalan entre la sucesión de salas abiertas hacia el mar y hacia los jardines. La cubierta del oecus se abriría sobre la zona del peristilo que le precede, generando así un vestíbulo que formaría parte al mismo tiempo del oecus y del peristilo.

   La columnata de delante seguiría el ritmo de la obertura del oecus, haciendo desaparecer los apoyos delante del mismo (nº 5), una solución normal en les casas de peristilo similares a las de Pompeia, Italia (Casa de los Vetii o la de Meleagro, que además también responden a este ejemplo de expansión horizontal que podemos encontrar en las construcciones arquitectónicas utilizadas en la zona central de Italia en épocas del helenismo tardío).

   La primera expansión de la casa 2A bloqueó las posibilidades de crecimiento de la casa 2B, esto hizo que más adelante la casa 2A se volviera a expansionar. La segunda expansión determinaría la ocupación del hortus vecino con un gran conjunto formado por un oecus ceremonial y un pequeño balneum privado (zona nº6). Funcionalmente, el conjunto edificado corresponde a los elementos antes citados: el conjunto peristilo-oecus y el conjunto termal.

   La asociación funcional que se produce entre el gran oecus, las dos salas que lo acompañan lateralmente y el peristilo, permiten reconocer en este conjunto un complejo ceremonial ligado a la práctica social del convivium, una de las otras funciones de los jardines en las casas romanas.. En esta tercera fase el espacio del peristilo se articula con el gran oecus mediante un triple ventanal de planta curvilínea (nº7).

   El conjunto esta formado por tres salas colocadas en hilera y relacionadas mediante una sucesión lineal de los accesos; estos se situan desplazados respecto al eje del conjunto para reforzar un recorrido en zig-zag (nº8). La primera sala correspondía a un vestuario (nº9), la segunda era el templarium(Nº10) y la tercera el caldarium (nº11) (en esta habitación se han conservado caídas algunas de las dovelas de la estructura con bóveda de la sala).

   Después del caldarium venía la zona de servicios con el prefurnium o horno (nº12), que calentaba el caldarium a través de un desaparecido hipocausto (una cámara con columnas que sostenían el suelo sobre el que se pisaba y por donde circulaba el aire caliente que producía el horno).

   Después de las casas de patio lateral tenemos las casas de patio central, el cual funcionaría como distribuidor, a diferencia del posterior peristilo que sería un lugar de paseo cubierto.

   Y finalmente ya llegamos a la conocida casa de atrio romana. El origen lo podríamos encontrar, como nos dice Pelletier, en las tumbas de Caere, de finales del s. VI a.C., los muros del fondo de la cámara principal de las diferentes tumbas tienen tres oberturas, anuncian el muro de separación entre el atrium de una parte y el tablinum y las dos salas de la otra. La cámara principal prefigura pues el atrium de la llamada  posteriormente casa itálica, un grupo de habitaciones agrupadas entorno de un espacio central cuadrado.

   Varrón nos comenta, por otro lado, que la palabra atrium proviene de la ciudad de Atria y que su origen podría ser etrusco, teniendo así el primer tipo de atrio llamado tuscanium al cual en un inicio se le atribuye una función funeraria.

   El atrium evolucionó hasta llegar a su aspecto final, ya que primitivamente no estaba abierto, las salas, que Vitrubio llama cavaedia, serán llamadas testudinatum por su original forma de caparazón de tortuga (testudo). Hacía el s. VI a.C., en el techo se abre un orificio rectangular, conservando la forma que permite expulsar el agua al exterior, es el cavaedium dipluviatum (Vitrubio); esta obertura central o compluvium permitirà recoger las aguas de lluvia en una cisterna adyacente que encontraremos en el impluvium.

   Dentro de las diferentes tipologías de atrio, la arqueología nos ha confirmado cinco tipos: el atrio toscano, el tetrástilo, el corintio, el displuviatum y el atrio testudinatum. Hay también una variante del atrio conocido como viridarium, un jardín adornado con pórticos, acompañado de dos alas gemelas a cada lado del “atrio” donde el señor de la casa recibía las audiencias.

   A partir del siglo II a.C., las domus romanas se engrandecerán y se modificaran debido a la adopción de elementos estructurales característicos de las casas helenísticas provinentes sobretodo de Grecia y Asia Menor.

   Nos encontramos en el momento inicial de la expansión romana por el mediterráneo, una vez se ha acabado con el peligro cartaginés, que permitirá un aumento económico de las clases aristocráticas, que irán helenizándose y sintiéndose atraídas por el refinado lujo oriental. Esto llevará a una expansión en horizontal de las casas, añadiendo casas adyacentes (llegarán a ocupar ínsulas o manzanas enteras), y que a pesar de conservar las estructuras iniciales, sufrirán algún cambio importante. El viridiarium pierde su función de hortus y se queda sólo con la de jardín, cogiendo una importancia relevante, con un grupo de habitaciones o salas que la rodearán.

   El nuevo peristilo que se hará rodeará este jardín, que tendrá algunas fuentes o alguna piscina y que servirá para pasear, viendo aquí pues como se va desarrollando el jardín como una parte importante de la vida social romana. Muchas veces este peristilo no rodeaba las cuatro partes del jardín sino que era en forma de U, teniendo una pared en uno de los laterales, que muchas veces estaba decorada con pinturas que representaban la continuación de estos jardines.

   Vitrubio ya nos habla de una función similar en las casas griegas, donde se recibía a los invitados en el triclinium o cubiculum, organizados entorno a este patio, en este caso no siempre central.

   Entre otras salas alrededor de este peristilo y del jardín, encontramos el ya citado triclinium o comedor; muchas veces había dos o más, enfocados a diferentes orientaciones para aprovechar las diferentes estaciones del año.

   Así pues, vemos como a diferencia de la casa griega, el peristilo y la zona ajardinada de las casas romanas estarían destinadas a la vida pública de los propietarios, ya sea para recibir invitados, diferentes rituales sociales como la salutatio de los clientes, etc...

   Este peristilo iba normalmente acompañado de unos jardines donde se podían encontrar fuentes, piscinas, etc... Debemos recordar que el mundo romano no podía entender el paisaje sin unos límites, sin unos marcos o unos ejes que lo guiasen, no sólo en las villas situadas en el campo, sino también en las casas urbanas de les ciudades más importantes. Se buscaba una naturaleza domesticada, dirigida y administrada por el hombre (la palabra centuriación (división del territorio en partes iguales, equivalente a una cuadrícula sobre un mapa, es seguramente el concepto más adecuado para simbolizar esta idea).

   En estas casas, los propietarios no ahorraban terreno para dar amplitud a sus porticados, peristilos y a sus jardines, con una decoración y un trabajo (llamado opus topiarius) de las flores, pérgolas que flanquean los jardines, las pequeñas piscinas o lagos, árboles, pájaros, animales, etc... que están trazados y diseñados con regla y compás para que quien este paseando o visite la casa lo disfrute y al mismo tiempo, al pasar del interior de la casa al triclinium, un vez allí pueda contemplar en perspectiva, una agradable vista de harmonía (basándose en la palabra que proviene de un origen persa, pardés, que Xenofonte utilizó para describir los grandes jardines de los palacios persas, paradeisos, y que designan un jardín cerrado) en un jardín perfectamente estructurado; es la búsqueda además, de la felicidad y bienestar propio y de quien lo visita.

   Así, además de este aspecto simbólico, queda claro que los jardines están directamente relacionados con el poder económico y la clase social del propietario, ya que como más nivel adquisitivo tuviera, más grande era la casa y mejor eran sus jardines, puesto que además de tener más espacio, mejor tenían que ser los jardines para poder aparentar su posición social delante de las visitas, además de su función religiosa y cultural.

   Un claro ejemplo de esto es el desarrollo de las casas, que en la Hispania romana se pueden documentar muy bien arqueológicamente, sobretodo en tres grandes yacimientos: Ampurias, Itálica (aunque en este caso menos ya que al tratarse de un establecimiento de antiguos legionarios, la gran casa aristocrática no era lo más corriente) y Conimbriga, además de otros como Celsa, Baetulo y Ilici, y algunos ejemplos aislados como Flabiobriga y Munigua.

   Para poder entender mejor esta estructuración de los peristilos, jardines y otras habitaciones como el triclinium, podemos ver ejemplos hispanos como la Vila de los Saltos de agua de Conimbriga; ejemplos del limes imperial como la Vila de Fishbourne en Inglaterra, o ejemplos imperiales como los conocidos Hortus Salustianus y la Domus Aurea en Roma o la de la Comandancia de Marina, la casa de Loreio Triburtino o la casa de la Pansa en Pompeia.

   El primer ejemplo, la Vila de los Saltos de agua de Conimbriga, podemos observar un jardín central rodeado de una pequeña muralla del s. IV d.C. con mosaicos fechados de época severiana y con diferentes materiales del s. III d.C. En esta vila observamos un peristilo rectangular

   En la parte central, el jardín esta ocupado por pequeñas “piscinas” divididas en 6 partes donde se observan unas exaedras semicirculares en la parte interna (en realidad con forma de U) y de forma rectangular en la parte exterior que describe el euripus continuo a la columnata.

   Estos cajetones centrales constituyen un gran eje que irá cruzando unos pequeños ejes formando pequeños rectángulos alargados cruzando los canales perpendicularmente (esta combinación recordaría al fons scenae de un teatro). También en esta villa hay otros jardines, uno de ellos conectado a este jardín principal a través de un corredor que sale a la zona sur del peristilo y que tiene 8’7 x 8’1 metros (4 x 3 columnas).

   Otro ejemplo sería la Villa de los Esqueletos de Conimbriga, de inicios del s. I d.C., que tiene un peristilo de 13’5 x 11’3 metros (6 x 5 columnas) y que destaca por no tener una planta rectangular (aumentando al este el muro en su largada).

   Este jardín tiene el espacio central ocupado por una estructura rectangular VILA DE LOS ESQUELETOS DE CONIMBRIGA  en el lado oriental, rodeada por un canal de    (GRIMAL, P. 1943 / 2ª Edición 1969)

0’90 metros que envuelve la mayor parte interna del peristilo, mientras que en la parte occidental podemos observar una exaedra semicircular.

   La diferencia principal que se puede observar en la utilización del agua y la vegetación en este yacimiento, es que mientras en Pompeia la vegetación la encontramos   alrededor de pequeñas piscinas, en Conimbriga la encontramos en el interior de ellas.  Será, tanto en Pompeia como en otros lugares, donde este  juego entre la arquitectura y las construcciones ajardinadas junto con el agua, lo que dará la harmonía y  ritmo arquitectónico que los romanos buscaban.

   Otro ejemplo es la Vila de Fishbourne, en la zona de Soussex en Inglaterra. Esta zona que sufrió una ocupación militar hacia el 43 d.C., tuvo una fuerte fase de construcción de casas en época de Nerón, siendo precedente del ambicioso programa constructor en arquitectura palacial que se desarrolló hacia los años 70 d.C.

   Los jardines de esta villa están diseñados adaptándose a las características de la zona y con una importante influencia de la vegetación y los jardines autóctonos.

CASA DE LA CIUDAD DE FISHBOURNE (SOUSSEX, INGLATERRA).

       (GRIMAL, P. 1943 / 2ª Edición 1969)

   Se reconocen cuatro estilos de jardines: los de peristilo con dos alas o estancias en la zona norte y este, los del jardín central, los de los jardines de la zona norte-oeste y el jardín natural de la zona sur-este.

   La zona de la parte central fue levantada sobre una plataforma artificial preparada por los jardineros romanos para que se pudiera trabajar mejor la construcción y elaboración del jardín, que se dividió en dos zonas rectangulares con una parte de exaedras semicirculares y rectangulares dejando un pasadizo central y siguiendo la parte exterior rodeando la zona ajardinada (que medía alrededor de 100 x 82 metros).

   También hay ejemplos en la capital, Roma, donde destacan los famosos Hortus Salustiani, que el famoso escritor clásico se hizo construir en una villa situada en el Quirinal después que en el 45 a.C. lo acusaron de ladrón y corrupto y que Julio César lo ayudase.

   También destacan los jardines de la Domus Aurea donde se puede ver el importante juego entre la arquitectura y la vegetación.

HORTUS SALUSTIANI.

   (RICHARDSON, L. 1992)

 

   Otro ejemplo diferente lo encontraríamos en las fuentes históricas, como la descripción que Plinio hace sobre sus villas, sobretodo la de Laurentes en Ostia (Cartas, libro II, 17).   

NINFEO OVALADO DE TRAZADO MIXTILINIO DE LA DOMUS AUREA. (STIERLIN, H 1997) 

   En las ilustraciones se pueden observar unos ejemplos de diversos estudios en la distribución y la “centuriación” de los jardines en sí mismos o relacionados con estancias como los triclinios para conseguir esta axialidad y este orden que se puede ver en las casas de Pompeia, como la Casa de Loreio Triburtino, con una distribución simétrica del conjunto donde el sistema hidráulico ordena la disposición del jardín cerrado.

CASA DE  LOREIO TRIBURTINO, POMPEIA.  (STIERLIN, H. 1997)

   Otro ejemplo interesante es la Casa de la Pansa, también en Pompeia, donde se puede observar la importancia del espacio ajardinado en las casas romanas y su importancia social en el campo del comportamiento gentilicio o familiar, como se ha explicado en el ejemplo de Ampurias. 

CASA DE LA PANSA, POMPEIA. (JASHEMSKY, W.F. 1979)

   Finalmente, hay que destacar también los edificios públicos de servicios y en el mundo funerario. Un ejemplo es la Comandancia de Marina, donde podemos ver la relación de la zona ajardinada con el triclinio o las anteriormente citadas tumbas etruscas, con el simbolismo del jardín del más allá, como símbolo de la felicidad eterna y de una vida mejor.

MAQUETA DEL TRICLINIO, PERISTILO Y JARDÍN DE LA COMANDANCIA DE MARINA DE POMPEIA.        

                                                (JASHEMSKY, W.F. 1979) 

   Estos son algunos de los ejemplos que permiten ver como los jardines están estrechamente ligados a la evolución económica, social, religiosa y cultural de los propietarios de las villas y su papel fundamental en la vida romana.      

 

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

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