ARQUEOLOGÍA EN LA MEZQUITA DE CÓRDOBA

PEDRO MARFIL RUIZ.

Arqueólogo


Córdoba y su Mezquita

 

INTRODUCCION.

El objeto del presente trabajo es presentar de forma global reflexiones de carácter histórico y arqueológico en relación a los orígenes de la Mezquita de Córdoba y presentar los últimos resultados de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el edificio.

La ciudad de Córdoba se ubica en el valle medio del Guadalquivir, en zona próxima a sierra y campiña, conformándose desde la antigüedad como centro económico de importancia.

Un aspecto a tener en cuenta es el hecho de que Córdoba era el último punto navegable del Guadalquivir.

La ciudad primitiva se situaba en una colina cercana a la posterior ciudad romana. Los restos más antiguos hallados en ese asentamiento se remontan al calcolítico, presentando fases destacadas a lo largo de la prehistoria y protohistoria, asumiendo posiblemente las funciones de centralización del mineral de Sierra Morena.

La conquista romana supuso el traslado de la población hasta un lugar cercano al vano del río, realizándose la fundación de la ciudad por M. Claudio Marcelo en el 352 o 356 a.C. Esta primera ciudad republicana presenta una planta cuadrangular, y se ubica en las terrazas superiores del río. Entre la ciudad y el río Betis queda una amplia superficie, por la que discurre la vía Heráclea, más tarde Augusta. En esta zona se sitúa posiblemente un vicus ocupado por la población indígena, y en la zona próxima al río se sitúan los edificios relacionados con el puerto.

La capitalidad de Corduba sobre la provincia hispania ulterior y más tarde como colonia patricia Corduba sobre la provincia baetica sin duda favoreció el aumento poblacional, ocupándose la zona Sur progresivamente desde el s.I dC.

Es en esta zona sur de la ciudad en donde posteriormente se construirá la mezquita aljama.

CORDOBA TARDORROMANA:

 

   Hasta fechas recientes el período tardorromano y altomedieval de la ciudad era prácticamente desconocido. Presuponiéndose la existencia de una despoblación y una ocupación de los espacios públicos por estructuras domésticas, y hablándose de la decadencia de Córdoba desde el .IV.

   Los hallazgos del yacimiento de Cercadilla, excavado por nosotros en 1991 y 1992, revelan que en época tardorromana se levanta en la ciudad, en un punto a extramuros un enorme complejo arquitectónico.

   A nuestro juicio sede del complejo episcopal del obispo Osio de Córdoba, mano derecha del emperador Constantino.

La fuerza edilicia de estos primeros momentos del cristianismo cordobés se manifiesta en la existencia de basílicas martiriales a extramuros de la ciudad, con orígenes que se remontan al s.IV, como son los casos de San Acisclo y la basílica de los Tres Santos.

A lo largo del s.V dC. Córdoba debió sufrir las consecuencias de los diversos conflictos políticos y militares causados por las invasiones germánicas, produciéndose el saqueo de parte de los edificios de culto cristiano del entorno de la ciudad, así como, posiblemente, de parte del conjunto de edificios paleocristianos de Cercadilla.

Es en estos momentos cuando se levanta la iglesia martirial de San Vicente en el solar de la futura mezquita, lo que puede indicar que el amurallamiento de la zona Sur de la ciudad aun no había sido realizado.

Los inicios del s.VI dC. nos muestran a una Hispania liberada por Amalarico del pago de tributos a Italia desde el 525 dC., así como sujeta al sometimiento territorial y al intento de Teudis de establecer un control de la costa bética frente al general bizantino Belisario.

La ubicación de la sede episcopal en Cercadilla pudo mantenerse al menos hasta el asedio de Agila. Con relación al cual conocemos el levantamiento de la ciudad en el 550 dC. contra en nuevo rey proclamado en Hispalis tras la muerte de Teudiselo, y el asedio que por ello sufre. La reacción de los cordobeses consiguió expulsar al atacante, que huyó a Mérida, trasladando allí su corte. Con anterioridad a este conflicto se data la muerte del obispo de Córdoba Lampadius cuya lápida, datada en el 549 dC., hallamos en el yacimiento de Cercadilla, dato que creemos avala nuestra hipótesis de trabajo acerca de la ubicación de la sede episcopal en estos primeros momentos del cristianismo cordobés.

Es a partir de este momento cuando se pudo producir el traslado de dicha sede a la zona Sur de la ciudad, construyéndose entonces un complejo episcopal en la antigua Basílica de San Vicente.

LA BASILICA CATEDRALICIA DE SAN VICENTE Y EL COMPLEJO EPISCOPAL ANEXO. LAS EXCAVACIONES DE D. FELIX HERNANDEZ EN LA MEZQUITA ALJAMA.

En Córdoba debió existir un control efectivo bizantino al menos hasta su conquista por Leovigildo en el 572 dC., año hasta el que, como ya apuntó Goubert, pudo ostentar el rango de capital de la provincia bizantina de Spania, pasando a partir de entonces la capitalidad a Carthago Spartaria. La ciudad pudo ser retomada por los imperiales desde el 579 al 584 dC., ya que Leovigildo la recobró en este último año a través del pago a los enemigos, quizás bizantinos, que gobernaban la ciudad.

A la actividad edilicia desarrollada durante el período bizantino de la ciudad, a nuestro juicio de gran entidad, hemos de añadir la impronta de las reformas y nuevas construcciones impulsadas en época de dominio visigodo.

En relación con esto, y como indicó D. Samuel de los Santos, la denominación de Recaredo como Rex Corduba Pius en el 590 dC. puede hablarnos de la construcción de nuevos templos en Córdoba en dichas fechas. En la misma línea hemos de considerar la importancia de la alusión a un fin religioso en las amonedaciones de la ceca cordobesa referidas a la asociación Egica-Witiza. Dicha amonedación en opinión de Mateu y Llopis estaría destinada específicamente para la construcción de San Vicente, aunque por nuestra parte creemos que podría referirse a cualquier otro templo erigido para honrar la memoria martirial, o en su caso a una reforma o nuevo edificio en el complejo catedralicio.

El hallazgo de la Iglesia de Santa Catalina confirma el hecho de que junto a la Basílica Catedralicia de San Vicente se alzaba todo un conjunto de edificaciones surgidas del nuevo orden político y religioso al que se había llegado tras la desaparición del Imperio Romano de Occidente. Dichas construcciones eran, por un lado, reflejo del poder religioso ejercido por el obispo como representante de la Iglesia, con la catedral y sus edificios de servicio, y por otro la sede del poder civil, cristalizado en el palacio existente junto a la Catedral. Es decir, San Vicente, sede episcopal de Córdoba, aglutinaría en su entorno una serie de edificios complementarios, que reforzarían la función religiosa de esta zona urbana, tal sería el caso de la Iglesia de Santa Catalina. Por otra parte la existencia del palacio del gobernador bizantino y visigodo ("Palacio de Rodrigo") en el solar de lo que más tarde sería alcázar emiral y califal hasta pasar a ser palacio episcopal y alcázar cristiano denota la intencionalidad manifiesta del poder civil de asociarse con la divinidad y la legitimación que ello conlleva.

La Basílica de San Vicente según información aportada por las fuentes islámicas quedó en poder de los cristianos tras la conquista islámica en virtud de un supuesto pacto de capitulación. Se encontraba separada por una calle del palacio de los gobernadores visigodos y, según D. M. Ocaña, poseía una iglesia de tres naves de proporciones más bien pequeñas. En ella tendrían los musulmanes su primera aljama en Córdoba y sería arrasada al construirse la aljama del inmigrado. Éste, `Abd al-Rahman I, negoció con los mozárabes la compra de la mitad de la iglesia a cambio de dinero y la autorización para reedificar las iglesias demolidas durante la conquista. El 31 de agosto del 786 dC. el emir ordenaría cimentar la aljama. Uno de los motivos que justifican esta acción sería según D. M. Ocaña el hecho supuesto por la instalación de importantes grupos omeyas y clientes marwaníes, venidos a la Córdoba de Abd al-Rahmán I desde Asia y Africa, que incrementaron de manera notoria el número de dignatarios, otro sería el deseo de realizar una obra pía antes de morir, ya que tras 30 años de gobierno podía estimarse oportuna, cosa que se confirmó a los dos años con su muerte.

El culto islámico puede darse por iniciado el culto islámico en la Aljama entre los años 750 dC. y 756 dC. Otro dato de interés para el conocimiento de la ubicación de San Vicente es la noticia referente a las visitas que hacia el año 1080 dC. realizó estando embarazada Constanza de Borgoña esposa de Alfonso VI a un lugar situado en el costado occidental de la Aljama en donde le habían indicado las dignidades eclesiásticas que se encontraba la Iglesia preislámica. En nuestra opinión no creemos conveniente la adscripción de la basílica episcopal de San Vicente a un "cenobio", si por ello se entiende un monasterio, por el contrario, al igual que se está comprobando en otras sedes episcopales de origen romano y visigodo existiría todo un complejo de edificios relacionados con dicha sede, no necesariamente de tipo monástico. Creemos que es acertada la hipótesis de D. M. Ocaña referente a que las fuentes no se refieran a un sólo edificio compartido para el culto por ambas comunidades religiosas sino a ambientes arquitectónicos propios y diferenciados dentro de un mismo complejo, como puede ser el caso de dos Iglesias muy próximas.

Asi pues la evidencia arqueológica e histórica muestra que el centro de poder se desplaza en momentos tardorromanos hacia el río, produciéndose el abandono de zonas hasta ese momento consideradas plenamente de representación urbana.

 

El caso de Córdoba no es único, como muestras de este fenómeno de cambio en la dinámica urbana de la Antigüedad Tardía en su paso a la Alta Edad Media, podemos citar como ejemplos significativos los casos de Valencia y Barcelona.

Con respecto a los restos de la Basílica de San Vicente conocemos por una parte la enorme variedad y riqueza de materiales de decoración arquitectónica reutilizados en la fábrica de la Mezquita, así como aquellos elementos que de una u otra forma han llegado hasta nuestros días como piezas arqueológicas, y por otro los trabajos realizados por D. Félix Hernández quien llevó a cabo excavaciones en varios puntos de la Mezquita. Excavó en la Puerta de San Esteban, en el ángulo NO. del Patio de los Naranjos y al interior de la sala de oración de la Mezquita de Abd al-Rahmám I.

En el patio de los naranjos, en la zona próxima al alminar de Hixem I, se localizó, según nos transmite D. Samuel de los Santos, un edificio de planta basilical de tres ábsides, tres capiteles visigodos, dos basas y un fuste, así como cerámica romana. D. Samuel de los Santos la adscribe a época visigoda.

D. Samuel de los Santos es el autor de un croquis que es el único documento planimétrico que hemos podido estudiar de cara a la estimación de la ubicación de los restos basilicales así como de otras evidencias arqueológicas hallados en el patio de los naranjos por D. Félix Hernández. En él se observa la existencia de dos ambientes arquitectónicos bien definidos pertenecientes a dos naves paralelas de desarrollo longitudinal rematadas en ábside semicircular. También se aprecia el hecho de que existen evidencias de elementos sustentantes de la cubierta, posiblemente basas o cimentaciones de basas de columna dispuestas de forma equidistante y consecutiva a lo largo del muro o cimiento corrido que se dispone al Este de lo dibujado. De esto último puede deducirse que debe existir al menos una nave más, suponiendo que nos encontremos ante un edificio con cabecera tripartita. Esta construcción basilical presenta una orientación N-S, con cabecera hacia el Norte, y se ubica en la zona media del lado Oeste del Patio de los Naranjos, es decir, en lo que sería el ángulo Noroccidental del recinto del patio de la mezquita de Abd al-Rahman I. Es más, al estrados de su cabecera se adosa prácticamente el muro que delimita dicho recinto islámico, y en sus cercanías se levantaría el alminar de Hisem I.

 

El límite Norte de este edificio nos indica la posible ubicación en esta zona de una calle preislámica, lo que podría explicar la modulación seguida por el recinto sagrado de la mezquita del inmigrado, dicha calle supondría un condicionante urbanístico que no se quiso rebasar en aquel momento.

Además, creemos que las referencias a la mezquita levantada sobre San Vicente pueden hacer alusión tanto al patio como a la sala de oración, por lo que no habría motivos para hacer una distinción cualitativa entre lo que está fuera y dentro de dicha sala en relación a los restos de San Vicente.

Así pues, es posible que el recinto de la mezquita fundada por Abd al-Rahman I se adaptara a unos límites preexistentes en el urbanismo de esta zona, y con ello queremos expresar nuestra idea de que no se trataría pues de la ocupación del solar de una sola construcción denominada Basílica de San Vicente, sino de una ínsula o manzana urbana en la que se levantaba parte del complejo episcopal godo-bizantino cordobés. Delimitada de esta manera por la calle que hemos situado hipotéticamente al Norte, por la calle existente entre el palacio del gobernador y la fachada Oeste, futura al mahayya al uzmá, y por la calle que discurre en dirección Norte-Sur a lo largo de la división entre la zona Oeste de la Mezquita y la ampliación amirí, y que fue excavada en varios puntos por D. Félix Hernández. En la zona del patio de la ampliación de almanzor se dejó casi con carácter testimonial o simbólico la pequeña puerta, descubierta en 1929, que creemos testimonia la "servidumbre de paso" que los siglos habían labrado en aquel espacio, cuya prolongación natural hacia el Norte es la antigua calle del Baño de Santa María, actual C/ Céspedes.

En nuestra opinión esta última calle podría corresponder con el trazado del antiguo cardo máximo romano a su paso por la zona , aunque creemos que ya en la época de promoción urbana relacionada con la ubicación de la sede episcopal debió perder su importancia en favor de la calle que paralela a ella discurre en el límite Oeste de la manzana, y que hemos mencionado anteriormente como la islámica al mahayya al uzmá, es decir la calzada mayor, junto al que se habrían dispuesto los edificios religiosos godo-bizantinos del complejo episcopal y el palacio del gobernador visigodo. Por otra parte, si tenemos en cuenta la localización del alcázar, coincidente en parte con el antiguo palacio del gobernador visigodo con posible origen bizantino, y la situación de su ángulo Nororiental y límite Septentrional, obtendremos el trazado de otra de las calles, que discurriría Este-Oeste a lo largo de la fachada Norte de dicho Qasr, que llegaría hasta época moderna con la denominación de callejón del obispo y que durante el dominio islámico daría acceso al alcázar por la conservada Puerta de la Celosía. Prolongando dicha vía obtendremos el límite Sur de la mezquita de Abd al-Rahmán I y con ello parte de las razones que pudieron disponer la orientación del templo. La ampliación de Abd al-Rahman II, llevada a cabo entre los años 848 y 855, supondría la amortización de dicha calle y posibilitaría a la larga la conexión de alcázar y maqsura de la mezquita a través del Sabat de Abd Allah en el 900 dC.

 

Además de cuestiones de interés para el conocimiento de las fases primitivas de la Mezquita de ello obtenemos información para valorar la extensión del complejo episcopal, así, se observa como el palacio y la Mezquita de Abd al-Rahmán I se encontraban separados por la calle mayor, no mostrándose enfrentadas sus fachadas en ningún punto, por lo que creemos puede deducirse que las construcciones paleocristianas habían llegado por el contrario hasta el límite impuesto por la vía que discurría en dirección Este-Oeste por el límite Sur del Alcázar, y que desembocaría por el Este en la Puerta de Sevilla, espacio que no sería abarcado totalmente hasta la ampliación de al-Hakam II.

Es en este espacio urbano preexistente en donde cristalizaría el desarrollo de la Aljama cordobesa a lo largo de sus sucesivas ampliaciones, aunque la fuerza de la Mezquita de Abd al-Rahmán I sería un elemento que incidiría en dicho desarrollo partiendo de modelos concretos, como ha demostrado C. Ewert.

Por otra parte el estudio de los fondos del archivo personal de D. F. Hernández nos ha permitido reconstruir planimétricamente parte de lo excavado por él en el interior de la sala de oración de la mezquita del Inmigrado, así como valorar, en la medida de lo posible, la documentación fotográfica en relación con los elementos croquizados y las características formales y cronológicas de los pavimentos musivos hallados por D. Félix en sus excavaciones. En líneas generales creemos que existe la posibilidad de que nos encontremos ante estructuras murarias y pavimentales pertenecientes a distintos períodos y fases históricas.

En la Sala de Oración de la Aljama los trabajos de excavación se centraron principalmente en el espacio ocupado por la mezquita de Abd al-Rahman I, también se extendieron a la zona limítrofe con la ampliación de Almanzor hacia el Este, así como llegaron a determinadas zonas de las ampliaciones de Abd al-Rahman II y al-Hakam II. Los trabajos arrojaron interesantísimos datos referentes a la Mezquita, como por ejemplo la constatación de las dimensiones exactas de la sala de oración de Abd al-Rahmán I, objeto de polémicas entre los arqueólogos de la época, o como la documentación del extrados del mihrab de Abd al-Rahman II, el registro de buena parte de las cimentaciones de la mezquita en la zona aludida y su técnica constructiva, así como el hallazgo de la calle que con dirección N-S. discurría al exterior del muro Este de la Mezquita.

No sólo la Aljama era objeto de los trabajos, sino que la razón fundamental de la elección de la zona de excavación era, como ha quedado reflejado en la historiografía, la búsqueda de los precedentes históricos de la Mezquita, es decir, la Basílica de San Vicente. A nuestro parecer dicha búsqueda podía estar motivada en la identificación de ésta con una única y grandiosa basílica que, presumiblemente, coincidiría con el trazado y dimensiones de la Aljama del Inmigrado, es más, su grandiosidad debía rivalizar con ésta. La realidad material se mostró distinta a las expectativas, fueron halladas estructuras murarias y pavimentos, así como un derrumbe generalizado. La cota de arrasamiento de las estructuras podría asociarse a la extracción de material arquitectónico para su reutilización, el derribo de los alzados y la nivelación consiguiente, realizada para la construcción de la nueva Aljama. La diferencia de cota entre el suelo de Abd al-Rahmán I y la zona superior de las estructuras conservadas es variable, y oscila entre 0,20 mts. y los 2,00 mts., estando a veces los muros antiguos reutilizados como base de colocación de elementos sustentantes de la Mezquita. Los niveles de pavimentación conservados corresponden a suelos de tierra apisonada, pavimentos hidráulicos de opus signinum y pavimentos musivos. La edilicia de los muros presenta en la zona Este la utilización de estructuras de entidad, en concreto muros de sillería, en los que se dan dos hiladas de zócalo, separados del cimiento por una gruesa junta en cuyo lecho de colocación se emplean recalzos de ladrillo, como transición al cimiento se emplea una hilada de sillería, y bajo ésta se desarrolla un potente cimiento a base de hiladas de mampuestos irregulares colocados en fosa simple. Posiblemente el desarrollo de sus alzados se realizase por medio de muros de tapial, correspondiendo la edilicia empleada a la documentada en Santa Catalina. En la zona Oeste la edilicia observada corresponde a muros de escasa entidad elaborados con mampuestos, y que posiblemente también se relacionen con zócalos para alzados de tapial.

 

En cuanto a la espacialidad de los restos hallados puede observarse como se dan dos orientaciones principales, una N-S., constatada en la zona de las naves 4ª y 5ª, en la que destaca la entidad de sus muros y la pavimentación musiva; y otra cuya orientación se presenta desviada hacia el Este, es decir NE.-SW., documentándose en las naves 2ª y 3ª. Con respecto a los restos exhumados en la zona Sur de las naves 2ª y 3ª, es decir en el ángulo SW. de la Aljama de Abd al-Rahman I, pueden distinguirse varios espacios definidos por estructuras murarias. Por una parte, se aprecia un edificio desarrollado longitudinalmente, de planta rectangular, desde la fila 6ª a la 11ª.

Es posible que en su distribución interna prime la división longitudinal con orientación NE.-SW. La mayor definición del espacio se alcanza en la zona SE., es decir en la posible nave lateral Este.

Puede observarse la presencia en este espacio de dos posibles vanos de acceso, uno que lo comunica con la nave que posiblemente se desarrolle paralelamente a su lado NW., y otro que da con una posible prolongación de esta misma nave. Su anchura interna es de 5,16 mts. y su longitud de unos 7,90 mts.

Desconocemos las características espaciales y dimensionales de la posible nave que se desarrolla paralela a la ya descrita, y que podría tener relación de forma hipotética con la nave central de un edificio basilical de tres naves, y ello es así a causa de la escasa definición con que se la representa en los croquis de D. F. Hernández.

Del límite SW del edificio comentado arranca un grueso muro hacia dicha orientación, aunque desconocemos su funcionalidad y desarrollo planimétrico.

En el croquis de D. F. Hernández se intuye la posible existencia de una tercera nave longitudinal paralela a las ya descritas, aunque su representación no está definida con claridad. Un elemento de enorme interés lo representa la existencia de una hornacina de planta semicircular, con una luz de 0,55 mts., que se abre centrada en un nicho rectangular, con unas dimensiones en planta de 2,65 mts. x 0,15 mts., excavado a interior en el muro que limita la estancia por el SE. A eje con la hornacina semicircular se coloca uno de los vanos ya mencionados, cuya anchura se cifra en 1,10 mts. Estos elementos se encuentran conservados a nivel de alzado, presentando, según croquis de alzados de D. F. Hernández, una potencia emergente de 1,88 mts en algunas zonas y un pavimento de mosaico.

Un nuevo edificio, aunque con la misma orientación, es el que se documentó al Sur del ya descrito y de la nave 3ª, y del que destaca la constatación de una posible cabecera absidada, unida por muros que parten desde su extrados con el edificio anterior.

Este ábside de planta semicircular exenta presenta su eje orientado hacia el NE., y un diámetro interno de la exedra de 5 mts., la posible nave basilical asociada a esta cabecera tiene una anchura igual a la suma del diámetro del ábside más los hombros de éste, por lo que obtenemos un ancho total de 5,80 mts. a interior y 7 mts. de anchura total externa.

La disposición de esta cabecera respecto al edificio rectangular descrito en primer lugar supone una solución arquitectónica que crea espacios de planta irregular en los exteriores.

A los espacios comentados debe añadirse un tercero, nos referimos a una posible piscina de planta de tendencia rectangular, que presentaba revestimiento de opus signinum y medias cañas o boceles en los ángulos del fondo, y que había sido objeto de una reparación general de su revestimiento.

Se ubica de forma paralela y al exterior del muro que limita al edificio de las naves 2ª y 3ª descrito en primer lugar. Se trata posiblemente de un depósito hidráulico preislámico, con unas dimensiones de 7,00 mts. de longitud por 3,80 mts. de anchura. Por nuestra parte, y a falta de observación directa, creemos que es posible que se tratase de una piscina bautismal dentro de un espacio de baptisterio.

En las naves 4ª y 5ª se desarrollan estructuras con orientaciones cardinales, que delimitan espacios de posible trazado rectangular. La entidad de las estructuras es considerable, presentando zócalo de sillería y cimiento de mampuesto, alcanzando en las zonas documentadas una potencia estructural de 4,25 mts., llegándose en el desarrollo vertical de la excavación hasta unas cotas de 4,90 mts., lo que puede constatarse a través de croquis y fotografías de D. F. Hernández. La técnica edilicia empleada en su fábrica es idéntica a la de Santa Catalina, y además es posible que a estas estructuras se asocie la rica pavimentación musiva encontrada en la zona. De este conjunto estructural se documenta una longitud desarrollada con orientación N-S. de 21,00 mts. comprobados, y una anchura mínima comprobada de 14,00 mts., que por simetría podría cifrarse como mínimo en unos 18,00 mts. A nuestro juicio estos restos pueden pertenecer a una basílica paleocristiana de época bizantina.

Creemos que está fuera de toda duda la relación, de al menos una buena parte, de lo hallado por D. F. Hernández con los restos paleocristianos de la Iglesia de Santa Catalina, siendo de sumo interés a nivel de técnica edilicia y de decoración arquitectónica.

Con respecto a los pavimentos musivos, actualmente en estudio, podemos avanzar que al menos fueron localizadas tres zonas distintas en las que aparecía pavimentación mediante opus tessellatum, en concreto junto a la fuente en el Patio de los Naranjos, en la zona Oeste de la sala de oración de Abd al-Rahmán I y en la zona central de dicho ámbito.

Con respecto al primero desconocemos sus características, con respecto a la segunda zona mencionada habitación pavimentada mediante mosaico geométrico y cenefa de tipo arquitectónico (arquerías de medio punto enlazadas), con una hornacina en la que se dispone una crátera con tema vegetal desarrollado a su alrededor.

La tercera zona mencionada presenta motivos geométricos muy parecidos a los del ejemplo anterior, aunque también presenta en una de las zonas decoradas una cenefa de círculos enlazados.

Creemos que la data del asociado a los muros de opus mixtum podría situarse en el s. V dC., y los asociado a los muros de opus cuadratum adelantarse hasta el s.VI dC., al igual que la presentada por los pavimentos de Santa Catalina.

Por tanto, es posible que el traslado de la Sede episcopal desde Cercadilla a San Vicente se produjese a partir de mediados del s.VI dC., recibiendo un fuerte impulso durante la posible capitalidad bizantina de nuestra ciudad, y renovándose a raíz de la incorporación de ésta al reino visigodo.

LOS HALLAZGOS DEL PATIO DE LOS NARANJOS:

A lo largo de los meses de Noviembre de 1996 a Noviembre de 1997, hemos realizado una intervención arqueológica en el Patio de los Naranjos, consistente en la excavación de una zanja antitermítica paralela a la fachada del oratorio al Patio.

Los resultados obtenidos permiten por una parte aclarar determinados aspectos de las fases preislámicas de la mezquita, asi como aportar nuevos datos acerca de aspectos puntuales del edificio.

 

Las estructuras más antiguas halladas corresponden a muros elaborados con opus vittatum mixtum, con pavimentos de opus signinum a cota -3,00 mts., que pertenecen a la misma fase constructiva que los mencionados de las excavaciones de 1930. Podemos plantear, a juzgar por los hallazgos que las construcciones paleocristianas del San Vicente del s.V, eran muy extensas y que presentaban distintas orientaciones. Ya que uno de los muros hallados presenta una orientación N-S, y otros una orientación NO-SE, al igual que los del interior de la sala de oración.

La siguiente fase constructiva constatada, presenta como características principales la existencia de potentes estructuras de sillería, de opus cuadratum, que en parte reutilizan las anteriores, aunque el nivel de suelo se eleva casi un metro por encima del anterior. Y deben ponerse en relación con los muros excavados en los años 30 en la nave central. Su orientación es también cardinal. Creemos que podrían datarse en el s.VI dC. y tener relación con las construcciones de la sede episcopal.

La siguiente fase constructiva presenta como elementos destacados la presencia de muros elaborados con zócalo de mampuesto y alzados de tapial, que en parte reutilizan los muros de la fase anterior y en parte modifican el trazado de los edificios preexistentes. Elevándose nuevamente el nivel de suelo por encima de los restos anteriores. Asociados a estos muros hallamos ladrillos con inscripciones datables a principios del s.VII dC. En este último período se dan sucesivos pavimentos, habiéndose hallado por ejemplo una estructura hidráulica con cuatro pavimentaciones. En el extremo Oeste de la zona excavada ha sido hallado un pavimento de más de 20 metros elaborado con opus signinum, y que es reformado ya en el s.VIII en el período de inicio del culto islámico en la aljama. La remodelación de este pavimento se realiza ya con un empedrado, en el que se han hallado numerosas monedas islámicas acuñadas con anterioridad al 760.

Con respecto a la mezquita de Abd al rahmán I los nuevos hallazgos se han centrado en el estudio del muro Este de la fachada del patio a la antigua calle. Hemos podido comprobar cómo la cota exterior de la mezquita en esta zona Oeste era más baja que al interior. Ha podido verse la existencia de una calle a exterior, así como la presencia de un desagüe que atraviesa el muro y vierte aguas sobre la calle, presentando en el tramo interior del muro una tubería de plomo de 45 cms. de diámetro.

Otro aspecto a destacar ha sido la excavación de la cimentación de la galería del patio en esta zona. Presenta una fábrica con cimiento de tizones, aunque el apoyo de la primera columna se realiza sobre un sillar de dimensiones poco comunes.

Una canalización atraviesa el cimiento de la galería y va a desembocar al desagüe antes mencionado, su construcción, contemporánea a galería y a muro de la mezquita, revela un importante dato: tanto muro como galería se hacen en momento contemporáneo. Por ello creemos que la galería ya estaba iniciada bajo Abd al rahmán I, aunque fuese terminada por Hixem I. También ha sido estudiado el cimiento del muro este de fachada del Patio a la Calle, que presenta una escasa entidad.

Este mismo arquitecto excavó el mirab de abd al Rahmán II, del cual se conservan restos bajo el suelo de la mezquita. Sobre dicho mihrab se levantó el lucernacio de la capilla de Villaviciosa por parte de al-Hakam II cuando amplia la mezquita hacia el Sur. Nuestros trabajos en la zona de al-Hakam II apenas han comenzado, y se centran en el estudio de la zona exterior de las cúpulas de la Maqsura. Destaca de esta zona su escaso conocimiento, y las condiciones de conservación que presentan. Aparecen tres lucernacios de planta poligonal y cubierta de tejas, con ventanas en cada una de sus caras. En los lucernarios laterales las ventanas presentan arcos de herradura con alfil cuadrado, y en el central arcos de herradura con alfiz triangular. Una de las ventanas conserva la estructura original asi como los estucos originales.

D. F. Hernández. también realizó investigaciones de la fachada este de al-hakam II, excavando bajo la ampliación de Almanzor.

Las construcciones de Abd al Rahmán III en la mezquita aunque poco valoradas, son muy destacables, tenemos la ampliación del patio hacia el Norte, la construcción de un alminar que sustituye al de Hixem I. Y la construcción de un muro de refuerzo en la fachada de la sala de Oración al patio.

En nuestra intervención hemos podido actuar en la zona de contacto entre el muro Oeste de Abd al Rahmán I y el muro de abd al Rahmán III. Los trabajos apuntan a la existencia de una pavimentación de losas de caliza micrítica de la sierra de córdoba de color vinoso para el patio.

De época de Almanzor hay nuevos datos tanto para el interior como para el exterior de la sala de oración. En el patio ha podido obtenerse información relativa a la pavimentación del mismo con las losas aludidas para abd al Rahman III. Asi como destaca la constatación de la existencia de una gran obra hidráulica de desvío de las canalizaciones de agua preexistentes hacia las calles laterales. Habiéndose constatado una gran atarjea que discurre E-O a lo largo de la fachada.

Al interior de la sala de oración han podido realizarse excavaciones en la capilla del baptisterio, ubicada en la primera nave Este de Almanzor.

Como datos principales a tener en cuenta podemos referirnos a la existencia de un pavimento original a la almagra, y que se sitúa en la cota de arranque de los fustes de las columnas. asi como la constatación de la enorme obra de infraestructura y rellenos artificiales que hubo de realizarse en esta ampliación de cara a obtener las mismas cotas que las existentes al interior de la antigua sala de oración. Ello obligó a cimentar las andanadas de columnas sobre potentes estructuras de cimiento corrido de sillería.

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA FACHADA ESTE DE ABD AL RAHMÁN I DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA:

Durante los meses de Febrero y Marzo de 1998 se ha desarrollado una intervención arqueológica en la fachada Este de la mezquita de Abd al-Rahmán I. Se han realizado trabajos de documentación de la cata existente desde 1931 resultado de las excavaciones llevadas a cabo en la Mezquita por el arquitecto D. Félix Hernández.

Al estar inéditos los resultados de los trabajos de 1931 la actuación se ha centrado en el levantamiento planimétrico, la documentación gráfica y el estudio de estrartigrafía muraria de la zona, asimismo se han realizado varios sondeos puntuales con el objeto de aclarar problemas estratigráficos y de funcionalidad de espacios y estructuras.

Como resultados generales podemos apuntar que se ha podido estudiar el exterior de la fachada Este del oratorio de la mezquita de Abd al-Rahmán I casi en su totalidad (se han abarcado 36,50 mts. de longitud).

Destaca él hallazgo de la calle del s.VIII, que en este punto se encontraba a más de 3 mts. por debajo del nivel de suelo del interior de la mezquita. Por otra parte, un sondeo realizado bajo la calle islámica ha revelado la existencia de estructuras tardorromanas bajo ésta y se ha llegado hasta niveles geológicos estériles sin que exista ninguna evidencia de calle romana anterior a la islámica. Por tanto, ha podido documentarse el alzado de la fachada y no solo las cimentaciones.

La fachada de la primitiva mezquita se organiza de la siguiente forma: alzado de los muros, con fábrica de sillería a soga y tizón, enlucido y pintado con despiece de falsa sillería, contrafuertes simétricos a los de la fachada Oeste, andén ataluzado entre contrafuertes, con núcleo de cal y canto y zócalo de sillería que apoya en un rebanco que sirve de transición directa a la calzada. No existiendo en esta primera fase ninguna puerta de acceso directo al oratorio en esta fachada.

 

Un segundo período constructivo que afecta a esta zona de la mezquita es el adosamiento del pabellón de abluciones de Hisham I a fines del s.VIII, de esta sala de abluciones se conservan varias pilas unidas por una conducción hidráulica y varias letrinas. La sala de abluciones se extendía a lo largo de la mitad Norte de la fachada del oratorio a la calle, abarcando una anchura de unos 16 mts. y una longitud de unos 20 mts.

Se confirma el uso del pabellón hasta al Hakam II, momento en que es derribada y cubierta por el trazado de una nueva calle perimetral.

Ya en el s.IX, en el emirato de Abd al-Rahmán II, se produce la elevación del nivel de suelo a exterior del Pabellón de Abluciones, reformándose el andén ataluzado y realizándose la apertura de una puerta en la zona de la antigua qibla, de la cual se ha documentado una escalera a doble vertiente centrada entre dos contrafuertes.

En época de al Hakam II se derriba la sala de abluciones y se cubre la zona con el trazado de una calle Norte-Sur, se organizan andenes a los lados de la zona empedrada y se ocupa una extensión probable de 20 mts. de ancho.

De la ampliación amirí se ha documentado la cimentación corrida de la primera andanada de columnas, así como un pozo negro utilizado durante los trabajos de dicha ampliación.

CONCLUSIONES-

La revisión de las excavaciones antiguas a la luz de nuevos planteamientos revela la existencia de varias fases constructivas previas a la construcción de la mezquita aljama. Una primera fase posiblemente del s.V, una urbanización del espacio en época bizantina con la elevación de san Vicente a rango de catedral, y nuevas remodelaciones visigodas y emirales. Los hallazgos de los años 30, menospreciados como fuente de información por sus excavadores al confundirlos con restos romanos, revelan que existió un importante enclave paleocristiano en la zona.

La extensión de estas construcciones y su vertebración dentro de posibles vías urbanas, dan lugar a plantear que la mezquita de abd al rahmán I se circunscribe a unos límites urbanos preexistentes, adaptándose tanto en dimensiones como en orientación.

La última intervención ha revelado elementos sorprendentes como el hallazgo de la calle de Abd al Rahmán I, o la sala de ablución de Hisham I.

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