EXPRESIONISMO

Fosilización

  Si la naturaleza tiene dificultades para crear su propia estética imagina lo que me ocurre a mi. Utilizo la abstracción geométrica en algunos  momentos porque la geometría es bellísima, no creo que una estatua de Praxíteles sea más bella que un huevo. Hago una serie de formas que cubren la superficie, rectángulos, cuadrados o formas cilíndricas llenas de otras cuadradas o esos que llamo burbujas, una especie de círculo, ... me interesa, me gusta y me produce cierto placer, pero como apoyo, la necesidad de darle un sentimiento transfigurado de algo que ya no sea la superficie completa de forma imprecisa.

  Me preocupa mucho lo absoluto, lo total, me propongo una cosa y posiblemente no la consiga pero voy predispuesto a un final de unidad de todos los elementos, arquitectura, elección de tonos, conjunción final, ahora nunca sabes si lo que estas haciendo está en orden o realmente sacrificas tu vida en alto de un ideal.

Al inicio me pongo muy nervioso, veo aquel enorme espacio blanco que tengo que cubrir y estoy como atormentado hasta que logro la mancha. Los primeros  trazos los hago con verde veronés que es más transparente que el lápiz y a partir de ahí voy haciendo pequeñas construcciones sobre la génesis, en lo absoluto y dándole una significación más total.

Nana de la cebolla (poema de Miguel Hernandez) Si no continuara mis cuadros tras la mancha primera serían iguales a toda la pintura informalista, que no me interesa. Trabajo en varios a la vez porque las últimas manos, que son generales, hay que esperar que sequen. Ahora el color es más sutil, en los 60 lo daba sin esa depuración que me han dado los años, poco a poco se han ido enriqueciendo de color e incluso de misterio en la ordenación de los tonos y transparencias.

  Mi pintura no es conceptual en cuanto está totalmente determinada en su inicio y, aunque es modificable, hasta cierto punto se apoya en esa contextura, en esa arquitectura en la que construyo unos elementos sobre los cuales después  voy a trabajar, pero siempre modificable porque en el momento de enfrentarte con el cuadro empleas un tono que está chocando con el blanco del fondo. No sabes si está en relación con la idea, pero cuando tienes la mancha absoluta entonces te das cuenta que aquellos blancos hay que suprimirlos porque el propósito de orquestación armónico desaparece.

Barroco

Pinto igual que toca el pianista, tengo la paleta y voy combinando y buscando tipos de entonaciones, unas veces frías o calientes, pero insensiblemente en el momento de construir la pincelada. Administro mucho las diferencias tonales, empleando en cada cuadro gamas que sean positivamente diferenciativas.

Huellas

  A veces doy pinceladas por inercia sobre un mismo sitio, una especie de retoque que a lo mejor ni me interesa, incluso tengo que pensar que no quiero darlas, ahora bien, si un tono inconcluso siendo caliente, un amarillo, tiene que ser 'quemao' opaco, pues no tengo más remedio que buscar esa opacidad quemando ese mismo tono, quitándole fuerza, no el amarillo si no la fuerza lumínica que tiene en relación con el resto.

Paco de Lucia

  La técnica es algo que interesa conocer, ningún individuo carente de ella puede tocar, pero llega un momento que se emplea sin la razón que está para construir y distribuir aquellos elementos colorísticos en función de la idea, un cuadro no es más que el sometimiento de unos elementos dentro de una naturaleza rectangular.

Emergencia Mi aportación posiblemente esté en una construcción con cierta armonía con un conservadurismo muy fuerte y una apropiación de todos los medios posibles para llegar a una pintura perfecta que la haga o nó no quiere decir nada, tengo la satisfacción de haber encontrado el lugar a propósito para desenvolver mi propia vida, la exuberancia de mi hálito vital, una sensación muy próxima a mi propio caracter, a mi manera de ser. Mi aportación es un desarrollo de mi propia vida que conociendo todos los vericuetos de la pintura y mis propias facultades abandoné lo fácil para buscar algo que me encontrase sumido espiritual e intelectualmente en aquello que quiero representar, un cuadro perfecto donde las construcciones me den un ánimo tranquilizante agradable, intentando que cada momento tenga personalidad diferente en color y estructura, aunque a veces el cuadro se rectifica involuntariamente en la ejecución porque encuentra cierta agridez.

Generalmente busco armonía, pretendo una pintura jovial, dinámica y luminosa que contribuya a apartar los tenebrismos de la vida actual, ofreciendo una sensación de fe y esperanza. No es la luz ni el barroquismo sevillano, que se dice me ha influido, los responsables de mi pintura, es posiblemente la celda en que estado metido y mi formación extramuros la que han hecho que siga al tanto de toda la pintura de vanguardia.

Información entresacada de enrevistas y conversaciones plasmadas en el libro MIGUEL PEREZ AGUILERA, 1995, OCHENTA ANIVERSARIO

 

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