Tei
El amor por las armas [@] [www]

Porque despues de hacer el amor ella estaba tan entusiasmada conmigo que me desvelo que era una Diablo y subimos arriba y me enseño el Amor por las Armas. 
Sus ojos eran rojos como la fiebre y la lava, su pelo negro con brillos azules, vestia un traje de terciopelo negro plateado. Conmigo le corria el sudor por los brazos y la frente. Era tierna y rebelde, era una diablo. 

Naturalmente trato de apoderarse totalmente de mi alma. Tengo tu cuerpo, decia, mientras se mordia los labios, pero quiero tu alma, te quiero todo a ti. 

No mire el reloj, es posible que solo hubieran pasado unas horas desde que la conoci, pero ya nada era igual, las cosas que habia echo con ella en este tiempo eran mas y mas y mas que todo el resto de mi vida anterior. 

Ella cogia mis brazos y se frotaba contra mí, mientras me besaba en el cuello. 

Vamos a divertirnos, me dijo, esto hay que celebrarlo. 

¿Como se divierte un diablo? Serendipi no lo tenia claro, era una puta loca, pero lo que estaba claro es que no iba a dejarse llevar por nadie. Soy tuya, me decia, y tu eres mio, asi que todo queda al final en mi bolsillo. 

Vamos a divertirnos. Vamos a vengarnos de alguien, a probocar una rebelion y a mostrar una verdad que nadie quiere oir. Los ojos le centelleaban. 

Salimos corriendo del bar sin pagar la cuenta ni nada. 

Me dio unas armas, la verdad es que me cargo de armas por todas partes, al principio me senti como si me hubieran convertido en una bestia de carga, luego, al activarlas, fue como si pesara menos que una pluma y pudiera saltar hasta la luna. Digo que eran unas armas, pistolas, rifles, ballestas y tal, porque asi es como yo las veia, pero probablemente eran otra cosa. Pero yo solo veia lo que podia entender, y para ello, las tenia que ver como si fueran esa cosa. Probablemente , al sostener aquel terrible magnum colt 45, estaba sosteniendo una ira tremenda, una fuerza y un poder letal que no son de este mundo. Quizas la ballesta era la polea de un pozo de sangre en algun infierno maldito hace mucho tiempo olvidado, yo que se. 

Sere me enseño mucho sobre las armas. Me hablo, por ejemplo, de que no solo se cuenta el lanzador y la municion, sino la carga de la municion sea explosiva, venenosa, quirurgica,... 

Aqui no voy a decir que los o las Diablos sean capaces de enamorarse asi como tu o como yo, quizas se lo dire a mis amigos, a ellos les dire que si, que Sere efectivamente estaba enamorada de mi, que da igual que aquello no sea posible, porque, joder, lo estaba. 

Nos fuimos a la Zona cargados de aquellas maravillas de metal. Te sientes muy bien con un pistolon, deseas encontrarte algun capullo y decirle: "por favor, toseme". 

Fuimos yo creo que lentos, besandonos cada unos metros, y metiendonos mano no sabria decir ya ni donde. Ella hacia que el tiempo pasara mas despacio, asi que aunque en el reloj solo paso diez minutos, posiblemente fueron horas de arrancarnos tiernamente besos uno del otro. 

No tenia entonces yo, conciencia de lo que habia echo, ni de la clase de ser maravilloso y estupidamente terrible que tenia entre los brazos. La habria amado mas, aunque entonces ya hacia todo lo que sabia hacer, que no era mucho, pero ella me enseñaba. 

Empezamos a jugar con el amor. Ella inbuia un aurea de amor en una persona determinada, al azar, sin saberlo ella siquiera, y nosotros paseabamos en la noche a la caza de esa determinada persona. Parabamos el aire, y cruzabamos una avenida en un suspiro, mientras nos acariciabamos las palmas de la mano y nos calentabamos mutuamente la imaginacion. 

De pronto, salia la victima y empezaba la ensalada de tiros. Sere tenia una punteria pesima, y yo mas bien horrible, asi que fallabamos montones de veces, y aveces le dabamos a quien no queriamos. Pero nos lo pasamos genial. 

Encontramos una tia feisima cargada de una aurea tremenda y comenzamos a buscar al otro. Porque no solo habia que dispararla a ella, tambien habia que disparar a quien debia amar. Yo le di esa vez, cruce su corazon con una bala de acero, repleta de la esencia del veneno mas impuro. Ella disparo con su ballesta una diminuta lanza untada en ambrosia a un tipo sentado en un coche al lado del paso de peatones. 

Ella quedo de pie, paralizada, los ojos congelados en una sorpresa. Se volvio al instante totalmente gilipollas. El se dejo caer al suelo mirandola. Nosotros veiamos lo invisible ,como se les desangraban el alma. El charco era enorme, y brillaba cargado de energia. Se acercaron, se miraron, el dijo algo, ella le contesto, el trato de besarla, ella se le enfado, el le cogio de la mano, y ella le miro con amor. 

Estubimos quizas media hora de nuestro tiempo riendonos de semejantes gilipollas. 

Entonces ella se puso borde. 

Que digo borde, se volvio una cabrona. Dejo malheridos en el suelo a un monton de capullos. 

Disparaba a gente a lo loco, despertando el amor sin ton ni son en una tormenta furiosa. 

Que patetico un tio, un tio dando puñetazos en un capo, y llorando. 

Que hermoso, una enamorada con ojos sonrientes adorando a su chico. 

Me rebele, naturalmente, y por cada corazon que alcanzaba ella, alcanzaba yo a otro, para no condenar a la soledad a nadie, para no dejar la soledad a solas con la felicidad para que la arruinase. 

Un par de veces equivoque el tiro, lo siento, puse una bajita con tipo altisimo, otra vez una anciana con un chaval de 17 años, y cosas asi... 

Ahora, ella, se me volvio rebelde de mi, y se fue corriendo y riendo como una verdadera loca. Yo corria a todo correr detras de ella, echo polvo, y a unas velocidades inhumanas con aquellos poderes. Y ella hacia trampas, trampas para ganar, y trampas para que yo su amado no la perdiera. 

Aquella noche nos pasamos. Rompimos centenares de corazones. Creamos el vertigo y pusimos el mundo cabeza abajo. 

La pille en la plaza del corte ingles, por donde la fuente que hay que dar toda la revuelta, bueno, ella (y yo) podriamos haber saltado y habriamos seguido persiguiendonos. Pero se paro, la tome de la falda, y le meti la lengua en la boca mientras la suya jugaba conmigo. 

Entonce, y sin aviso, ella me pego un tiro en el pecho a quemarropa. Sus labios sabian a tabaco y a traicion, con el otro brazo que me abrazaba tenia un cerveza, ...como se sonreia esa zorra del demonio. 

Saque la pesada recortada, y le dispare como quien no quiere la cosa en el pecho, directo al corazon. Le dispare amor, y me disparo pasion, y le dispare ternura, y me disparo afecto , y le dispare compañia y no terminanos hasta que agotamos ambos la municion y ya no podiamos aguantarnos en pie a carcajadas asi que echamos unas mantas y nos metimos dentro a dormir juntos con los dedos entrelazados y una Star automatica en la otra mano. 

Y aunque estabamos bien armados, llego alguien y la mato. Asi que al dia siguiente incendie toda la ciudad... ahora te contare, como prepare mi venganza y porque amo las armas.

 

 

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