domingo, junio 13, 2004 :::
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Fuente: Diario de Córdoba
Fecha: 13-6-04
Autor: Rosa Luque
Recuerdo y pervivencia del jardín andalusí
Aromas, colores y paisajes de Al Andalus reviven hasta final de mes en el Botánico de Córdoba gracias a una muestra itinerante
Gracias a la literatura y la historia, los jardines de Al Andalus han quedado en el imaginario colectivo como lo que fueron: paraísos entre el cielo y la tierra donde desde el califa hasta el más humilde siervo, cada uno con arreglo a sus posibilidades y entorno, encontraban un lugar de esparcimiento apartados del mundanal ruido. Ahora aquellas almunias, vergeles y patios que uno asocia con Las mil y una noches orientales, pero que se disfrutaron en estas mismas orillas del Guadalquivir, cuna de tantas cosas, son recordados en la exposición El jardín andalusí , que se podrá visitar en el Botánico --diseñado a imagen y semejanza de aquéllos recintos-- hasta final de mes. Después, emprenderá el vuelo hacia otras ciudades de dentro y fuera de España.
De este modo la muestra, organizada por la Fundación Cultura Islámica con la colaboración del Ayuntamiento, viene a ser un conjunto de evocadores aromas y sensaciones --algunas de las cuales llegan, como casi todo ya, por vía virtual-- que rememoran el esplendor de una civilización donde el agua y el paisaje, incluso el cultivado, iban mucho más allá de su valor funcional para convertirse en arte.
Pero no llega sola esta exposición cuyos organizadores han tenido el buen gusto de encabezar con unos versos de Ibn Jafaya en los que señala el camino del Jardín de la Eterna Felicidad. ("No está fuera de vosotros --indicaba el poeta en el siglo XII--, sino en vuestra tierra... No creáis que mañana entraréis en el Infierno. ¡No se entra en el Infierno después de haber estado en el Paraíso!"). La muestra es un jugoso aperitivo del programa de actividades que el Jardín Botánico viene desarrollando en los últimos veranos para amenizar con cultura y disfrute de la naturaleza los meses de calor. Además, durante este fin de semana ha coincidido con el II simposio internacional que bajo el título Repensar Al Andalus a través del tiempo y el espacio , ha reunido a expertos de diversos países en torno al legado andalusí, contemplado como puente entre el Mediterráneo y América y su proyección de futuro.
En realidad, según explica Esteban Hernández, director del Jardín Botánico, la gestación del simposio estuvo en su día muy unida a la de la muestra, pues la Universidad de Córdoba y el área municipal de Cultura, hace dos años, habían adquirido en Damasco el compromiso de traerse hasta aquí la segunda edición de aquel encuentro andalusí; y por otro lado, al serles pedido asesoramiento de la exposición que preparaba la Fundación Cultura Andalusí, recuerda Hernández, "decidimos actuar de mediadores para que arrancara de Córdoba". Un hecho que, dado el carácter itinerante de la muestra, fue recibido con los brazos abiertos por el Ayuntamiento y la Universidad, que pronto vieron en ello una excelente ocasión de reivindicar la singularidad y protagonismo de la ciudad de cara a la capitalidad cultural del 2016.
Y todo ello, basado sobre dos pilares: el agua y la agricultura en el jardín hispano-musulmán, lugar casi mítico de encuentro y convivencia. "Partimos del planteamiento de que el Califato supuso también el arranque desde Córdoba de las ciencias, incluidas la agricultura y la técnica del manejo del agua", afirma Esteban Hernández, quien destaca una lectura entre líneas: la decidida apuesta del Botánico y sus responsables "por demostrar que hay una forma distinta de relacionarse con el mundo árabe, que es el diálogo y la comprensión". En tal sentido, recuerda que el centro (una perfecta síntesis de cultura y naturaleza, "museo de museos" como lo definen en ámbitos internacionales) ya se había posicionado por la paz con un ciclo de conferencias celebrado en diciembre de 2000, así como en otras líneas de actuación que buscan profundizar en la cooperación con países del Norte de Africa.
Precisamente hasta esta zona está previsto que viaje más adelante la exposición, que primero pasará por el Fórum de Barcelona, el Botánico de Madrid, los Alcázares de Sevilla y la Alhambra de Granada. Aunque en realidad viajará a medias, puesto que la primera parte de la exhibición de plantas con resonancias arabescas se inicia con un "itinerario vivo" para contemplar algunas de las especies más características de la época, un muestrario que variará según los sitios que acojan la cita.
En el caso del Botánico de Córdoba, centro que, entre otras muchas líneas de investigación
::: Noticia generada a las 11:55 AM
domingo, junio 06, 2004 :::
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Fuente: ABC
Fecha:6-5-04
Autora: Imma Rincón
ESTEBAN HERNÁNDEZ, Director del Jardín Botánic: «El jardín andalusí es un espacio que pretende recrear el paraíso»
La tradición andalusí de los jardines paradisíacos ha vuelto al lugar donde se inventaron. Acequias, flores aromáticas y un huerto frutal para la experimentación, la esencia de los espacios que proliferaron en la Córdoba de Abderramán I invaden, estos días, el Jardín Botánico
CÓRDOBA
-¿Qué es un jardín andalusí?
-Hace alusión al modelo de jardín que se desarrolla en Al-Andalus, el territorio bajo dominio de la cultura islámica de los siglos X al XIV. El jardín andalusí es un proceso en el tiempo, un tipo de jardín cambiante, que va evolucionando y de esos tipos y estilos habla la exposición. Hay una idea que resume ese jardín como un espacio interior, que pretende recrear el paraíso, donde está presente el olor a través de las flores, también las aromáticas; el sabor, con el uso de frutales; y el sonida a través del movimiento del agua. Tiene unas características en su diseño y su geometría. En estos jardines se juega con los cruceros, con estructuras en cuadrado, con la presencia del agua no sólo en canales, sino en láminas, en estanques, que genera un entorno a su alrededor.
-¿En Córdoba hay referentes de estos tipos de jardines?
-Sobre todo de la primera etapa, donde se recoge en gran medida la tradición hispanorromana. Es el jardín en terraza, que domina el horizonte, donde ya hay elementos orientales pero sin evolucionar todavía hacia ese otro jardín interior de patios, de albercas, que desemboca en ese jardín andalusí que, con todo mérito, hay que decir que nace en Córdoba a partir de la experiencia de la Córdoba califal y Medina Azahara.
-¿A entonces se remonta el origen de estos espacios?
-Sí, en su primera etapa de esplendor. Eso luego ha pasado a la tradición jardinera española de muchas maneras, como el patio, que no es de origen árabe, pero estos 450 años de cultura jardinera consolidan esa evolución.
-El jardín se concebió en Al-Andalus como espacio para el esparcimiento y la reflexión. ¿Los beneficios que se han asociado a estos espacios son reales?
-Tampoco hay que exagerar. El jardín andalusí, como cualquier jardín, es un remanso de paz, un espacio para que los sentidos disfruten, y por lo tanto, era concebido como un espacio saludable.
-¿Cumplen con esta función los jardines que se proyectan actualmente en las ciudades?
-No se puede dar una respuesta generalizada, depende del tipo de jardín. Pero, así debe ser, no sólo es una especie de imitación de la naturaleza en el mundo urbano, sino que además debe de llevar al hombre una serie de valores que no sólo le permitan reencontrarse con la naturaleza, sino que le permitan encontrar componentes de su salud, de su bienestar, de su calidad de vida, e incluso permitir el desarrollo de su sensibilidad, sus sentidos, hasta llegar a ligarle a la cultura de la naturaleza.
-¿Los jardines andalusíes tenían un componente al margen de lo estético?
-Hay algo de eso y así nos lo marca la tradición en Córdoba. El Jardín Botánico de Córdoba está instalado, posiblemente, en un sitio en el que hubo al menos un jardín de aclimatación, de experiencia, en época de Abderramán I. En el entorno de la Arruzafa hubo también unos jardines que sirvieron para traer, observar y seleccionar especies de jardinería y frutales, fueron unos jardines que sirvieron de introducción y consolidación a las especies que venían de oriente.
-¿En la exposición que acoge el Jardín Botánico podremos ver una muestra de todo esto?
-La muestra es un resumen de todos estos aspectos, del papel de los jardines andalusíes, del papel que tuvo esa cultura también en la introducción de las especies orientales y de cómo esos jardines hacen desarrollar la sensibilidad de los sentidos y de la naturaleza. La exposición, además, es el marco de un encuentro posterior, que se celebra la semana que viene, titulado «La agricultura y el agua en Al-Andalus» y que sigue ahondando en un mensaje no sólo de compromiso con la naturaleza y la sensibilidad de las plantas, sino en el ámbito de la cooperación internacional, en el respeto de las culturas, en el marco de trabajo con esas civilizaciones del otro lado del mediterráneo.
::: Noticia generada a las 12:31 PM
Fuente: El País
Fecha: 5-6-04
Autor: R.V.
Aromas de canela, violeta y melón
El Botánico de Córdoba muestra el legado jardinero andalusí
La cultura del agua y el paisajismo de Al Ándalus explicada paso a paso en una exposición. Maquetas, fotografías, documentos e ingenios olfativos sirven para conocer la dulce intimidad de los jardines.
La primavera por fin ha irrumpido con fuerza desplazando al frío. Donde más se aprecia su eclosión es en los jardines, que muestran en estos momentos toda su efervescencia vegetal. Así, en Córdoba, a la ya de por sí atractiva oferta del jardín Botánico se suma, hasta el 30 de junio, la exposición El jardín andalusí, almunias, vergeles y patios. En ella se aprecian los aspectos más notables de aquella brillante cultura medieval del agua, la aclimatación de especies nuevas y el paisajismo, que tuvo en Al Ándalus, la España musulmana, uno de sus mayores exponentes. La muestra, de carácter itinerante, ha sido realizada por la Fundación de Cultura Islámica, entre otros, en colaboración con el jardín Botánico, el Ayuntamiento cordobés, el Instituto Cervantes y la Alhambra, bajo el comisariado del islamólogo Cherif Abderrahman Jah.
Desde su privilegiada ubicación junto al Guadalquivir, el jardín Botánico de Córdoba es uno de los más interesantes desde el punto de vista científico, debido a su participación en programas internacionales de conservación y recuperación de poblaciones silvestres amenazadas. También destaca su trabajo de investigación histórica de la agricultura y la jardinería hispano-árabes, así como su oferta pedagógica. Situado cerca del casco histórico, pudo ser un jardín de aclimatación en época omeya; de hecho, está rodeado de restos arqueológicos de época romana, ibera y musulmana.
En El jardín andalusí, cuya estética blanca y rompedora se debe al diseñador Miguel Ripoll, se desgranan los secretos del jardín hispano-árabe a través de una densa documentación, fotografías, maquetas, objetos etnográficos y una serie de ingenios olfativos para deleitarse con algunos de los aromas más sugerentes de entonces: violeta, canela, incienso y melón, entre otros. Cuatro ambientes muestran el jardín desde distintas perspectivas: la hortícola, la científica, la mística y la poética. Un gran árbol central de fibra óptica y presencia psicodélica recuerda al árbol místico de Tuba, que, según la mística sufí, está situado en el Séptimo Paraíso, y es "árbol de la alegría y el deleite".
La andalusí fue ante todo una cultura del agua, receptora en parte de los saberes romanos y orientales. Del gran despliegue de mecanismos e infraestructuras hidráulicos, destinados al regadío y otros usos, dan fe una serie de dibujos, fotografías y maquetas que muestran norias, acueductos y aljibes. El aspecto agrícola y científico tuvo una enorme importancia, como se puede apreciar en el gran número de jardines de aclimatación, almunias y huertos que se prodigaron en Al Ándalus. Toda casa y palacio que se preciara tenía además su patio o jardín intramuros, de los que aún permanecen ejemplos tan notables como los de Medina Azahara, la Aljafería de Zaragoza, el alcázar de Sevilla y la Alhambra. Y de aquel entusiasmo por todo lo vegetal, con fines útiles o meramente contemplativos, surgió un género poético conocido como rawdiyyat y nawriyyat, que resaltaba la belleza de huertos y jardines.
Para terminar, un itinerario a través del propio jardín lleva a conocer algunas de las especies más características de Al Ándalus.
- Jardín Botánico de Córdoba (957 20 00 18). Martes a sábado, de 10.00 a 14.30 y de 17.00 a 20.00; domingo, de 10.00 a 14.30. Cierra los lunes. Dos euros. Del 1 al 30 de agosto, la muestra estará en el Real Jardín Botánico de Madrid, y del 6 al 26 de septiembre, en el Real Alcázar de Sevilla.
::: Noticia generada a las 12:11 PM