Bulle en el interior de Nelson un mundo poético de inagotable riqueza alimentado por una fecunda fantasía que se desplaza contínuamente de la realidad al ensueño donde encuentra los instrumentos necesarios para dar forma a este mundo.  Su concepción pictórica se mantiene completamente original; nos pone frente a un mundo de recuerdos, de sueños , de líricas transfiguraciones de la realidad, recreado de acuerdo con las leyes del corazón y de la fantasía.

    Difiere de los grandes maestros en la técnica, no en la forma, el brillo y la transparencia que da el acrílico producen otros efectos que el del óleo, las personas y los objetos parecen suspendidos en el espacio, agrupados sin orden aparente pero, en realidad, con la coherencia que les confiere la verdad sentimental tamizada del recuerdo.

    De la escuela, no imitador, de Chagall y de los primitivos Fauves abre un nuevo camino en la expresión pictórica que lo consagra como uno de los grandes, no es dificil ver su pintura y adivinar lo que el tiempo le deparará, incluso  una persona como yo acostumbrada a otro tipo de pintura más academicista y fuera de mi sentido artístico, hace que me rinda y reconozca que esto SI es pintura, en el sentido más bello de la palabra.

    Los animales, las personas, las metamorfosis que se crean en la mente, los objetos usuales de la vida y los simbolos arcanos que existen en nuestro interior conviven en sus cuadros de forma simple, en una forma de continuidad sentimental que hace nulos tanto los límites espaciales como temporales. El color es, a veces, imperceptible, latente, para, sin solución de continuidad, agredirnos sin lastimar nuestra retina, todo estudiado para atraer la atención del observador de forma magistral.

    Sus cuadros adolecen de un formato más grande, por lo menos los estudiados son de tamaño medio, no pequeños, lo que trasluce la impaciencia del pintor por ver finalizada su obra, la expontaneidad de ésta, incluso en algunas de sus obras se puede apreciar rupturas en el motivo a modo de trozos fragmentados que al final forman un todo compacto pero complejo.

    En ninguna de nuestras críticas hemos dado 'vaselina' a los artistas, hemos sido rigurosos y muy críticos dentro del respeto que toda persona merece, por eso tiene más valor lo que decimos aquí, Nelson Blanco es uno de los mejores pintores modernos en Europa, heredero de grandes maestros que sabe conjugar la poesía y la pintura en una sola cosa, en una comunión perfecta.

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