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Jardines de Sevilla


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domingo, noviembre 20, 2005 :::
 

Fuente: Terra Actualidad
Fecha: 8-9-05

La Universidad de Sevilla pide la declaración de La Alameda como Bien de Interés Cultural

El Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, presentó ayer en el registro de la Delegación provincial de Cultura el acuerdo adoptado por unanimidad en sesión plenaria para la declaración de La Alameda como Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico.


El escrito destaca el alto interés que el jardín posee por sus dimensiones internacionales y de vanguardia en la época de su construcción. El jardín fue creado en 1574 por iniciativa del rey Felipe II, convirtiéndose en el primer jardín público de Europa.

El director del departamento de la Hispalense, Juan Miguel González, solicitó ayer celeridad en el proceso de declaración de BIC ante el comienzo de las obras de reurbanización de este espacio que se iniciaron la semana pasada. González reconoció que desconocen cómo ha quedado el proyecto definitivo de obras si bien recordó que sobre el mismo se realizaron variaciones a instancias de la Comisión Provincial de Patrimonio que afectaban entre otros aspectos al mantenimiento -al menos de forma parcial- del actual piso de albero del eje central del paseo.

El director del Departamento de Historia del Arte instó a que las obras tengan presente los valores de este paseo por su carácter histórico. Por su parte, el profesor titular Antonio Albardonedo expresó su preocupación por el desconocimiento general que hay del proyecto de obras y la ausencia de debate sobre asuntos trascendentales como la no obligación de una excavación arqueológica aprovechando los trabajos que podría aportar datos sobre los dos canales originales del paseo.

Al contrario, Albardonedo se extraña de la repercusión que han tenido debates a su juicio menores como la persistencia o no del albero. 'Ante el debate se han precipitado a asegurar que habrá columpios y albero pero poco se sabe del papel del agua, de la excavación arqueológica o del mobiliario urbano moderno que incorpora el proyecto'.


::: Noticia generada a las 11:26 AM


 

Fuente: El Pais
Fecha: 19-9-05
Autor: Jorge Benavides Solís, profesor titular de la ETSA



Un hotel destrozará el paisaje de jardín de Forestier

En el término municipal de Carmona con una extensión de 924 kilómetros cuadrados cabría 462 veces el término de Castilleja de Guzmán que, a su vez, equivale a cinco campos de la Feria de Sevilla; pero, en tan poco territorio tiene tres Bienes de Interés Cultural: un palacio-jardín y dos dólmenes (2500 - 1500 a.C) uno de los cuales, a buen juicio, no es un elemento aislado sino parte de una zona arqueológica en la que también se encuentran los cercanos cuatro dólmenes de Valencina y que por su singularidad, ubicación, novedad e interés, con ambición de futuro bien podría definirse como un verdadero parque dolménico con fines didácticos recreativos y, desde luego turísticos para integrarse en un itinerario vinculado al Carambolo y a Itálica.
¿Por qué el municipio de Carmona es tan grande y el de Castilleja tan pero tan pequeño? ¿Por qué los dólmenes en lugar de formar parte de una zona arqueológica (sólo se puede estudiarlos con metodología arqueológica) siguen protegidos, según la acepción de 1931 como monumentos o elementos aislados de interés arqueológico?
El territorio es un soporte continuo, es un pago caracterizado por su relieve. Su fragmentación con frecuencia es artificial, útil para la administración, el estudio, el planeamiento y la técnica, es decir, responde a una convención para facilitar el entendimiento, el gobierno y la gestión.
Las leyes no obligan a proteger de manera fragmentada los bienes culturales; mucho menos si están próximos y tienen un sólo contexto histórico y cultural (arqueológico), aunque estén en diferente municipio. Los límites de los países así como de las comunidades y de los municipios obedecen a razones culturales: historia, tradición y paisaje en su acepción contemporánea; no tienen por qué ser eternos y cada vez son más permeables. En el fondo, esa es la razón de ser de la Unión Europea y de hecho, de la economía y de la globalización.
Pues bien, Castilleja de Guzmán es un término pequeño por historia. En su primera palabra lleva implícito su origen musulmán que se aprecia en la puerta de la muralla y en la segunda, el cambio de situación cuando dejó de pertenecer a la Orden de Alcántara (1538). Así de pequeña, dicen que desde el siglo XVI ya fue Ayuntamiento; sin embargo, su característica y actual forma urbana está determinada por la antigua Hacienda Divina Pastora con todos sus elementos: caserío, jardín, (almazara) torre de contrapeso y los olivares aunque hace pocos años, con intención hayan sido sustituidos con otros cultivos.
El original palacio de los Guzmán fue reformado y, con extraordinaria sensibilidad en 1929 Forestier le añadió un bello jardín extenso, único en su género y un entorno bucólico ondulado de lejanos olivares que, desde el mirador precisamente permite prolongar la mirada, la emoción y la contemplación sin interferencias hasta Sierra Morena a través de uno de los paisajes más atractivos de Sevilla. Por estas características del entorno, en las normas subsidiarias ha constado como "suelo -rústico- no urbanizable de protección especial por razones paisajísticas"
Hace pocos años, los propietarios del entorno ahora protegido legalmente por Cultura, después de talar los olivos para justificar la reclasificación del suelo, contrataron a un profesor de la Universidad para redactar un plan destinado a ocupar el 100% del término municipal. Sin pudor, así se hizo. Los vecinos consiguieron que tal barbaridad, con similar significado a la que dio motivo a la Junta para quitarle las competencias urbanísticas al Ayuntamiento en ese entonces, con un alcalde de la época predemocrática, no siguiera adelante.
Sorprendentemente la actual administración en el nuevo PGOU pretende convalidar la anterior propuesta de los propietarios (hotel y campo de golf incluidos), despertando así una vez más la alarma entre las 700 familias del pueblo que tiene uno de los ingresos más altos de la provincia y de más de cien intelectuales, funcionarios, catedráticos, políticos y artistas de todo el país que han firmado una carta dirigida al delegado provincial de Cultura para solicitar que se impida este pretendido atropello contra la cultura, el buen gusto y las buenas formas.
Es lógico que los propietarios insistan en su propósito y los poderes públicos, según el art. 47 de la Constitución, en los suyos. La superación del conflicto desde luego, no provendrá del urbanismo basura que está contaminando todo El Aljarafe sino de una sensata ordenación del territorio o si se prefiere, de un urbanismo culto que sea capaz de poner en crisis las figuras convencionales de Planeamiento y apueste por un proyecto urbano que, conservando el palacio-jardín como el corazón del pueblo, con gusto contemporáneo incorpore y embellezca la dimensión pública de su entorno. Más fácil aún sería conseguir este objetivo, si la Junta no tuviese injustificadamente en moratoria el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAU)
Procediendo así se podrá demostrar que construir otra ciudad SÍ es posible. Pienso y aspiro.

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Fuente: El País
Fecha: 21-10-05
Autor: Carmelo Ceba Pleguezuelos

Los Jardines de Forestier resucitan de su olvido

Con el alarmante título de "Un hotel destrozará el paisaje de los Jardines de Forestier", Jorge Benavides -Profesor de Arquitectura- el pasado 18 de septiembre escribía un artículo en este diario, donde exponía unas serie de consideraciones que distan mucho de la realidad de lo que es nuestro proyecto de pueblo y sobre nuestra actitud en defensa del patrimonio histórico.
Las percepciones son libres, la realidad es irrebatible. Como concejal en años pasados y alcalde actualmente, creo tener la fuerza moral que me avalan en defensa de los Jardines de Forestier los siguientes hechos: 1) ser una de las dos personas firmantes de la petición de su declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) por la cual empezó a andar su expediente; 2) el haber reclamado insistentemente, hasta al pesadez, en la Delegación Provincial de Cultura y la Dirección General de Bienes Culturales, hasta conseguir su declaración de BIC y la fijación de su entorno de protección; 3) el haber estado polemizando con el Rectorado de la Universidad de Sevilla, propietaria de los Jardines, para que este bien, que sólo era de disfrute de unos pocos, fuese de disfrute de todos, y así se plasmó en un convenio que mi Ayuntamiento y la Universidad de Sevilla firmaron el pasado mes de enero. Además, en esta lucha que ha sido dura y difícil, para sacar este bien cultural del olvido, jamás he oído a nadie alzar su voz, y los pocos "intelectuales de reconocido prestigio" que desde Sevilla se atrevían a decir algo lo hacían muy bajito para no molestar a algún poder. Así que, lecciones de protección y amor a los Jardines de Forestier, ninguna.
Quedando claro quién ha luchado por su defensa hasta ahora, el debate que se plantea a continuación es ¿qué hacemos con la zona de protección del entorno de dichos Jardines?
Una zona de protección de un BIC no implica que no se pueda hacer nada en ella, sino que tiene que estar sujeta a una seria de cautelas cuyo garante máximo es la Delegación Provincial de Cultura. Pues bien, lo que platea nuestro PGOU para dicha zona, que calificamos como de "excelencia paisajística", es precisamente su regeneración (actualmente muy deteriorada) y posibilidad de conservación futura, a través de la reforestación de más 226.000 metros cuadrados de cornisa, y la realización de varios proyectos de uso terciario, de arquitectura singular y soterrada que no entorpezcan las vistas del hito que constituyen los Jardines de Forestier. Para ello, se contempla que la definición exacta de esa zona se haga a través de un concurso de ideas aportadas por arquitectos paisajistas de reconocido prestigio, y tener así la certeza de que esta zona de "excelencia paisajística" tenga como valor añadido la "excelencia arquitectónica", evitándose, además, al ocuparse de forma exquisitamente respetuosa, posteriores desmanes urbanísticos.
Pero nuestra apuesta municipal va más allá en sus pretensiones de sostenibilidad y defensa del paisaje. Toda Castilleja de Guzmán va a ser un mirador sobre Sevilla y el Valle del Guadalquivir, como ya lo es desde los Jardines de Forestier, y así lo contempla nuestro proyecto de pueblo al que hemos denominado Ecovilla: por nuestro compromiso con el medio ambiente (a la reforestación ya aludida, hay que unirle el terreno contiguo a los Jardines de Forestier más sensible de protección, y que formarán junto con el Campo de Tiro Militar un gran parque periurbano); por la restauración y puesta en valor de nuestro patrimonio histórico; por la creación de servicios; por el tratamiento que damos a la movilidad con un sistema articulado de carril bici; por las medidas de ahorro energético que concreta (vivienda bioclimática, farolas fotovoltáicas, contenedores soterrados selectivos, panel solar obligatorio); por la solución que se le da al entramado social (el 38% del moderado crecimiento de vivienda que planteamos será de protección); por las medidas de ahorro de agua; por los proyectos de ecología urbana que contempla (granja escuela, centro artesanal, huertos y viveros ecológicos, aula de naturaleza). En resumen, una apuesta con mayúsculas por lo público, por el respeto al paisaje y la sostenibilidad. Donde lo privado es sólo un pretexto, una variable más para conseguir que la educación tenga por solución un proyecto novedoso e ilusionante de pueblo: La Ecovilla de Castilleja de Guzmán.
Carmelo Ceba Pleguezuelos es alcalde de Castilleja de Guzmán (Sevilla).


::: Noticia generada a las 11:08 AM




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