Botones verdes
La jodis [@] [www]

El metro, seguí al metro por todos lados, me pasee entre los andenes , me colgué de los tubos, las manos me hacían zalamerías. He visto a una muchacha desaparecía por la noche cabalgando a cuatro manos por las esquinas, por lo demás, no creo necesario contar en que condiciones vitalicias fue después encontrada.

A su lado va un muchacho a ojos vistas desconocido, tenía un suéter amarillo, rodeado de una estola gris que solo podría proferir un grito a los desconocidos, pronto me di cuenta de que había una liga entre ellos. Miraban a los lados buscando a que aferrarse, miraron sus ropas cuidadas, casi de luto pro la moda, todos los demás en ocasión expresa adecuada. Después cruzaron los brazos temerosos sobre sí mismos, hasta que aparecieron arrugas en el frío. Una mujer les cruza la mirada, cinco hijos dentro, tres afuera esperando, un gruñido, tres masticadas rápidas, gotas de sudor fatigante brotando por las arrugas de su cuello, hay poco espacio vacío, las carnes rebosantes escurren por los lados. Un gruñido de nuevo , mastica, muestra los molares, restos, saliva. Se vuelven a mirar, ya asqueados, apenados, cómplices.

Entran tres hombres borrachos, con las ropas gastadas, mirando a lo lejos bodrios, mirando siempre al lado. Después desaparecen en sus sillas, aliento alcohólico, de nuevo se cruzan la mirada. Casi al final, demasiado noche, se acercan , se levantan, se miran, andan.

Salidas opuestas, caminos andando, después de todo las coincidencias azarosas casi no existen, mientras se miran a lo lejos gritan, no más... yo me quedo azogada esperando el último vagón, mientras expelo de nuevo aire, nada, que eran mis padres.

 

 

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