Trompetilla al limón
Zero [@] [www]

Me lo veía venir. El chaparrón me pillo de lleno, calándome hasta los huesos; me da igual, como dice la copla "para una vez que llueve, ¿me voy a esconder?", no me escondí , todo lo contrario buscaba la lluvia, que limpiara mi sudor, y a ver si calando me limpiaba el alma en pena que arrastramos la generación de los payasos de la tele, la mujer policía y el un, dos tres.

Resguardado de la lluvia, y una vez en casa, hice lo habitual, de forma ordenada, guardé la bici, me quité la ropa y me quedé fresco, secándome el agua mezclada de sudor. Cogí los mensajes del teléfono, nada nuevo, la corbata de la tintorería ya está casi un año, pero la dependienta a la que le caí bien o le dio consideración que llegara un pobre joven sin mas corbatas que poner una que limpiar. Quizás los pudientes las tiran, yo las recupero o las dejo en custodia como el caso.
La desidia se apodera de la nevera, mientras bebo un trago de agua a gallete, de reojo miro que no hay absolutamente nada; una pera de color marrón, un tomate que parece el seno de una abuela y un yoghurt cuya fecha de caducidad lo convierte en radioactivo.
Tendré que ir al super.
Mientras, me basto con una lata de atún que promete mucho en su aspecto dorado latón externo.una vez abierta el aceite rebosa como sangre clara.
Fabuloso, milagro que acompañado con el tomate me hace olvidar la necesidad primaria. Se me olvidará ir al super, seguro.
La tele, funesta, la mejor peli a las 5 de la madrugada.
Cojo el libro de mesilla, dudo, un cuento de Benedetti, el testamento traicionado de Kundera..no mejor acabaré el cuaderno gris de J.Pla, reservado para el verano. Al final, tras hora y media de lectura, comienzo a tener sueño. Esta vez si me daré cuenta perfectamente cuando me coge Morfeo, apago la luz, suspiro y me despejo por lo que me levanto, vaso de leche caliente con colacacao y a dormir.a ver que sueño.

Sueño; Voy al super, solo hay limones. Y un trompetista que desesperado no da la nota.

Mañana.- 8.30 Me levanto, que remedio. Me cuesta, meo y sigo durmiendo de pie, me tomo el café durmiendo y salgo en zapatillas a la calle. Me da un repeluco, me acuerdo del sueño. que raro.. ¿limones?.
Tendré falta de vitamina C. Me dan ganas de irme en zapatillas a la oficina, seguro que no se da cuenta ni dios. Tareas varias administrativas, y alguna de decisión.

Q, mi compañero, sigue en sus trece de que la fruta después o antes, es buena y no engorda, a no ser de que te la comas con una arroba de pan, le rectifico. Vale, lo miro por encima de las gafas, y me interroga como diciendo ¿a que si?..Me da igual, me acuerdo de la pera. coño, el super.

Termino el trabajo, bendito aburrimiento. Paso por el super, curiosamente están descargando limones, verdes y amarillos. Entro, compro lo básico, pan , queso, vino, fruta y limones. Casi dos mil, pesetas no limones.

Cuando llego mi amiga W me espera ansiosa cerca de mi casa, era mi santo. Ni me acordaba, le encanta el jazz, me regala una trompeta. También el primer tomo de cómo tocar la trompeta a distancia. Me recuerda una conversación que tuvimos, en la que le confesaba mi amor por este instrumento. Me quedo estupefacto, no se si darle un beso a ella o a la trompeta.

La invito a comer al chino del Paco, un vietnamita que se llama WaCko, pero que estas latitudes nos empeñamos de castellanizar lo foráneo dándole formas familiares.
Fabuloso el cerdo al agridulce.

 

 

Faro

Puente

Torre

Zeppelín

Rastreador

Nuevos

Arquitectos