Recortes de prensa y noticias de jardines  

Jardines de Barcelona


Portada de Ciberjob Historico de noticias de los Jardines de Barcelona Para escribirnos

domingo, junio 29, 2003 :::
 
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 3-6-03
Autor: I. VILADEVALL-PALAUS


VERDE QUE TE QUIERO VERDE

PASEO POR 50 PARQUES DE BARCELONA
Parque de Sant Pau del Camp (3)
Creando perspectiva


Viejo como un matusalén, Sant Pau del Camp fue una fundación carolingia de la que se conserva una sencilla fachada con dos columnas visigóticas.

Estamos en el gran dominio del pasado sin fecha. En el siglo XII se reconstruyó como una basílica de planta griega, con tres ábsides, y, un siglo más tarde, se construyó el monasterio, del que nos queda un pequeño claustro y un jardín medieval lleno de rumores seculares.

En 1774, derruida ya la muralla, deja de formar parte de los extramuros de la ciudad. Con la industrialización florecen en la zona centros de diversión y en 1925 la prensa acuña sin miramientos el término “barrio chino”. Decía Azorín que los efectos de la vida urbana son devastadores para el individuo.

Creado en el año 1992, el parque y su diseño impulsan la recuperación del nombre originario del Raval. Lluís Nadal firmó un proyecto cuya misión pasaba por ofrecer la perspectiva justa a una joya del románico. El césped, asentado con mucho sentido común en una suave ondulación del terreno, entre muros de media altura, rapta de inmediato nuestra atención.

En realidad, todo es elisión, todo es ausencia, nada es concertado, retórico: Lo visible nos remite a un mismo punto y lo captado facilita la nítida y perfilada representación de un bello monasterio que nadie puede ver una vez sin volver a mirar. Favoreciendo ángulos de melancolía, se ha intervenido con buen criterio.

Un total de 79 árboles -32 moreras, 26 álamos y 16 tipuanas- crean perspectiva sobre el monasterio y enriquecen lo sagrado con su exaltado verdor. Trasplantados, lejos de su origen, como un emigrante al que la vida ha arrastrado con “furias y penas”, los árboles, inventando una atmósfera de irrealidad, cumplen un destino de grandeza. Bajo su sombra, que es de buen sosiego, encontramos plazas de arena, juegos infantiles y concurridas pistas de petanca.

Diré, para terminar, que se ha dicho que el parque es nexo entre varios equipamientos -polideportivo, centro docente, escuela de FP y una chimenea cuya presencia, a mi modo de ver, encabrita-. Si bien es cierto que todo participa un poco de la dureza del barrio, a veces lo nuevo es enemigo de lo bueno. Civilización y modernidad pervierten ligeramente el conjunto. Algo impide precisar la dirección del tiempo. ¿Hacia dónde vamos? Resignémonos a creer que el tiempo es una imagen móvil de la eternidad.



C/ TÀPIES- C/ SANT PAU-

C/ ABAT SAFONT

DISTRITO: CIUTAT VELLA

CÓMO LLEGAR: BUS 20-24-36-57-64-91-157

METRO L2 L3 PARAL·LEL



::: Noticia generada a las 9:39 AM


 
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 2-6-03
Autor. I. VILADEVALL-PALAUS


Verde que te quiero verde

PASEO POR 50 PARQUES DE BARCELONA (2)
Hacia el espectáculo natural


Asentados entre las plazas de Dante y de la Sardana, estos novísimos jardines se han construido sobre los terrenos que durante más de treinta años ocupó el parque de atracciones. Disponen de cinco accesos y cuentan con dos rampas que enlazan el camino principal y constituyen una conexión con otros jardines temáticos de Montjuïc. Con acierto no hace mucho se llamó a Montjuïc “montaña de poetas”. Se han dedicado a Joan Brossa, al poeta prestidigitador.

En una superficie superior a cinco hectáreas se ha conservado la vegetación existente, pero ampliando notablemente la zona verde. Aprovechando a conciencia las áreas donde estaban las atracciones, se ha ido por buen camino, en favor del porvenir. Recién inaugurado, sus plantas están admirablemente cuidadas y los árboles no pueden desear más mimos. Las zonas agrestes van de la mano de otras más urbanas: La vegetación autóctona se combina en la pendiente con estanques artificiales.

El parque, empero, cobra a trechos una belleza violenta, rocosa. La viva luz del sol se come el escaso color del paisaje. Faltan, pues, a mi entender, frondosidades, áreas agraciadas por árboles de sombra. El panorama es una verdadera delicia para la vista. El mediterráneo se toca con la mano y a ratos nos llega el profundo aroma del mar: “Si la mar/ s'assecava, hi veuríem al fons/ replans i esplanades. Les illes/ són els cims de les/ munta-nyes”, leemos en “Poemes civils”. Tramando encarnaciones mágicas, a ninguna de las figuraciones de Joan Brossa le falta raíces.

Diversos son sus elementos escultóricos y arquitectónicos. De la vieja estructura del parque se conserva la antigua cervecería Damm, las resituadas esculturas “Charlot” y “Pallasso”, las estatuas dedicadas a Carmen Amaya, Joaquín Blume... Así que todos más felices que unas pascuas. En “Brossa x Brossa”, Lluís Permanyer toma la voz del poeta y confiesa: “Si madurar és ser essencial, cada vegada m'he aferrat més a tot allò que és essencial”.

Pues bien, los nuevos jardines, con sus huellas de antaño, son maduración de lo anterior. Resta en ellos lo permanente: un área de “tierra y agua”, otra de columpios y una ruta que deja escapar sonidos, ideadas, claro es, para alborozo de los críos. El parque de atracciones se ha tornado jardín. Fugitivo, presuroso, el tiempo y sus caprichos se han tragado sus atracciones. Por lo visto, pasaron éstas por el gabinete de desaparición y, tras el preceptivo esparcimiento de polvos mágicos, aparecen los jardines de Joan Brossa. De los gritos y berrinches que producía el tren de la bruja se ha pasado a la tranquilidad del paseo. No es azar, asimismo, que la magia provenga de la poesía. Se inauguraba el pasado 23 de marzo.



::: Noticia generada a las 9:35 AM


martes, junio 24, 2003 :::
 

Fuente: La Vanguardia
Fecha:1-6-03
Autor: I. VILADEVALL-PALAUS

VERDE QUE TE QUIERO VERDE. PASEO POR 50 PARQUES DE BARCELONA
Una envidiable atmósfera

Desde hoy y hasta mediados de julio “La Vanguardia” publicará una serie sobre los 50 principales jardines y parques de Barcelona. La iniciativa, siguiendo el hilo de la serie publicada el pasado año sobre los árboles de la ciudad, pretende acercar a los lectores al patrimonio verde de la ciudad dando a conocer sus características y singularidades.

Estos jardines fueron construidos por el doctor Altimira en su finca particular de Sant Gervasi, pero cuando Sant Gervasi no era un barrio de la capital, sino un pueblo aparte. Arruinado y sin descendencia, el doctor donó sus propiedades a una comunidad religiosa, y la finca pasó así a acoger el colegio de la Inmaculada Concepción. EEn los 80 la situación era sobremanera delicada: un plan especial detuvo el proyecto de edificar viviendas y pudo salvar parte de estos jardines, que se inauguraron finalmente en el año 1991. Maria Luisa Aguado es la arquitecta responsable de la remodelación. Proyectos como éste -tras el cual, guardando con esplendor el pasado, todo ha quedado recogido, concentrado, vagamente dosificado- devuelven la confianza en un porvenir medioambiental un poco más digno.

Entramos por el acceso de Mandri. La verja abierta invita a pasar y, una vez dentro, notamos que el rumor urbano se aminora. La vegetación es exuberante y el arbolado, notable. Si alzamos la vista, admiramos unos imponentes pinos carrascos (Pinus halepensis). Extraordinarios sus troncos inclinados, sorprendentemente recios y apaciblemente grises, resistiendo tiempo y contaminación. Por una senda escalonada, salpicada de sombras, iniciamos un suave descenso. El jardín ocupa una hondonada, de modo que se extiende por dos niveles, cuyo punto de unión es una sala hipóstila que ayer estuvo cubierta de árboles y hoy es pista de baloncesto del colegio. Entre ambos niveles, la comunicación se resuelve mediante dos puentes, uno de piedra y otro de hierro, suspendido en el aire. Conforme descendemos, nos adentramos por un bosque de olmos, almeces y aligustres y un sotobosque de arbustos con presunciones de árbol. Se endulzan los ojos con el verdor. A lado y lado, surgen fragancias, “perfumes verdes”, creando y propagando una atmósfera, densa y envidiable.

Cabe citar a título de curiosidad la magia de J. Brossa en “Poesía rasa”. Reza uno de sus versos: “A la habitació, una gran arbreda”. Oportunamente nos acompaña el tema de la vegetación desde un espacio cerrado. La fantasía aumenta los valores de la realidad. A veces lo poético no es obra de la razón, sino que responde al dictado de poderes ocultos.

Atravesamos una plaza de sablón. En tiempos de esplendor, esta parte del jardín presumía de grutas y galerías que se inundaban de agua y se recorrían en barca. Conserva aún el espacio tiempo comprimido. Por un sendero igualmente escalonado, atravesando sombras y juegos de luz a través de vegetación de follaje permanente, llegamos a la planta superior, una soleada extensión donde hay una zona de juegos infantiles y, bajo la arboleda, un área de reposo que alberga ensueños e intimidades.
Jardines de Can Altimira
C/ MANDRI 41-55 / C/HORACI
DISTRITO: SARRIÀ-SANT GERVASI
CÓMO LLEGAR: AUTOBUSES 14, 22, 64, 70 y 72




::: Noticia generada a las 10:22 AM




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