sábado, diciembre 18, 2004 :::
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 23-11-04
Autor: Ramon Suñé
Parques multiusos
El uso intensivo de las zonas verdes de Barcelona obliga a redefinirlas y a invertir en rehabilitación
BARCELONA
Los espacios verdes de Barcelona corren el peligro de morir de éxito. El Ayuntamiento ha detectado, especialmente en los dos o tres últimos años, que muchos de los parques y jardines públicos de la ciudad se ven sometidos a un uso cada vez más intenso. Las estimaciones más recientes, hechas por el Institut Municipal de Parcs i Jardins a partir de los datos de las encuestas Omnibus que realiza el Consistorio en oleadas trimestrales, indican que entre 150.000 y 200.000 barceloneses -según se trate de los meses de invierno o verano- utilizan diariamente las cada vez más numerosas, pero aún insuficientes, zonas verdes esparcidas por la ciudad. Esa saludable intensidad en el uso tiene como contrapartida un mayor desgaste y un deterioro acelerado que está obligando a los responsables de los parques de Barcelona a introducir cambios en el modelo tradicional de estos recintos y, en muchos casos, a efectuar lo que presidenta de Parcs i Jardins, Imma Mayol, ha definido en alguna ocasión como un lifting profundo.
Diversos factores explican, según los expertos, el éxito popular de las zonas verdes. El repunte de la natalidad, la cada vez mayor utilización de los parque por parte de los adolescentes como espacios de relación y, sobre todo, la presencia significativa de una nueva inmigración son quizás los más importantes.
Jordi Campillo, gerente del Institut Municipal de Parcs i Jardins, se detiene a analizar el tercero de estos factores. Apunta que los inmigrantes procedentes de otros países y de otros continentes suelen traer consigo a Barcelona una cultura muy asociada al aire libre. Además, sus condiciones de vida en esta ciudad no son las óptimas: viviendas pequeñas y en malas condiciones, ingresos escasos, dificultades de desplazamiento, falta de segunda residencias... Por ello, sobre todo los domingos y cuando llega el buen tiempo, no es extraño verles pasar el día en el parque, practicando deporte o incluso comiendo. "En algunos espacios nos planteamos cambiar el mobiliario y su distribución. Habrá que habilitar, por ejemplo, áreas de picnic, cambiar las papeleras, las mesas, que los usuarios puedan disponer de zonas de sombra que no sean de césped sino de materiales más resistentes", explica el gerente del instituto municipal.
Imma Mayol añade que el uso intensivo de los parques es, a la vez, una oportunidad y un reto. "Una oportunidad -precisa la tercera teniente de alcalde- porque estas zonas verdes son el primer espacio natural de los habitantes de la ciudad, el lugar donde es posible conectar ciudad y naturaleza". Un equivalente, en cierto modo y salvando las distancias, a lo que para generaciones anteriores significaron otros espacios como Les Planes, sus explanadas y merenderos. "El reto -añade Mayol- es el de adaptarnos a una realidad nueva y para ello necesitamos una gran flexibilidad mental. No podemos resistirnos a que estas personas hagan un uso de picnic de los parques. La presencia intensiva desgasta, deteriora, pero no se puede prohibir".
En determinados casos el desgaste al que hacen referencia la presidenta y el gerente de Parcs i Jardins puede medirse. En los últimos meses los residuos sólidos recogidos en los espacios verdes de la ciudad se han incrementado de media en un 10%. En la Ciutadella, paradigma de la sobrexplotación de los parques barceloneses, la marcha de los bongueros y sus acompañantes ha representado una disminución de hasta el 80% de la basura que se recoge en el recinto.
El estado de conservación de los parques -la rotura de elementos del mobiliario y la suciedad en general- es, después de los problemas derivados de la poda de árboles, la causa de la mayorparte de las quejas que llegan al Institut Municipal de Parcs i Jardins. Hay una especial sensibilidad de los usuarios por la situación de las áreas infantiles de juego. Desde el 2 de noviembre todas las instalaciones de ocio para los más pequeños que se encuentran dentro de los parques se limpian cinco días a la semana en lugar de tres. En la mitad del resto de espacios verdes -plazas, jardines, interiores de manzana- de la ciudad destinados a los más pequeños también se ha pasado a limpiar con esta frecuencia. El propósito para el 2005 es que las brigadas de limpieza intervengan los siete días de la semana.
::: Noticia generada a las 10:59 AM
Fente: La Vanguardia
Fecha: 23-11-04
Autor: Ramón Suñé
La rehabilitación integral del parque de la Ciutadella comenzará con la primavera
BARCELONA
Barcelona empezó a corregir su déficit histórico de zonas verdes hace poco más de 20 años. Hoy, a pesar de su juventud, algunos de aquellos espacios recuperados para el uso público muestran ya síntomas de deterioro. Es el caso del parque Joan Miró, inagurado en 1983, o el de la Pegaso, abierto tres años después, que han sido incluidos en el grupo de diez que serán rehabilitados de forma integral en este mandato. El programa, dotado con una inversión de casi 15 millones de euros, se iniciará en el segundo trimestre del 2005 con la puesta al día del parque de la Ciutadella.
La rehabilitación de estos pulmones verdes tiene mucho que ver con el uso intensivo que la ciudadanía hace de ellos. "Rehabilitar no significa modificar la configuración del parque, pero sí llevar a cabo operaciones importantes como la de cambiar o reponer arbolado", explica el gerente de Parcs i Jardins.
El principal problema del parque de la Ciutadella está en la pérdida de aguas. Por ello se cambiará el sistema de riego y renovará la red de suministro y distribución de agua en todo el recinto. También se resembrarán zonas de césped, se regenerarán parterres, se plantarán nuevos árboles y arbustos, se podarán y limpiarán los que no han sido tratados desde hace muchos años, se arreglarán las calles y se mejorarán las zonas de juego. La remodelación, que debería estar lista para el Onze de Setembre, no esperará al proyecto de reurbanización de la zona ligado al traslado del zoo, que podría demorarse un mínimo de siete años más. Otro de los parques cuya rehabilitación está prevista para el 2005 es el del Turó de la Peira, donde además de los trabajos de jardinería, se automatizará el sistema de riego, se cambiará el alumbrado y se pavimentarán caminos.
Además de Ciutadella, Turó de la Peira, Joan Miró y Pegaso los otros seis parques sobre los que se intevendrá hasta el 2007 son los jardines de Mossèn Costa i Llobera y Mossèn Cinto Verdaguer -ambos en Montjuïc-, los del Palau de Pedralbes, el Park Güell, el del Guinardó y el Turó de Monterols. A todo ello hay que sumar actuaciones parciales en otros 25 espacios, como el parque de laEstació del Nord, Vila Amèlia, plaza Sòller, el parque de la Maquinista o el de Sant Martí.
::: Noticia generada a las 10:55 AM
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 23-11-04
Parques para todos
Los nuevos comportamientos de la juventud y las costumbres importadas por los inmigrantes han modificado -y han aumentado considerablemente- el uso y disfrute de los parques públicos de Barcelona. Es bueno que los espacios abiertos sean utilizados por los ciudadanos, pero también es verdad que nuestras zonas verdes no estaban preparadas para el aluvión de nuevos visitantes que han recibido en los últimos tiempos. Se calcula que ahora unas 200.000 personas pasan diariamente por ellas.
El Ayuntamiento ha detectado, como primera consecuencia, un acelerado deterioro de esos entornos ciudadanos. Como solución, ha puesto en marcha una rehabilitación total de diez parques públicos, tanto para reparar su desgaste como para adaptarlos a los nuevos usos y establecer zonas apropiadas para el picnic, la práctica del deporte, mayores papeleras o la sustitución del césped por otros suelos más resistentes. En cualquier caso, sería bueno pedir también un mayor grado de civismo, tanto en el cuidado del mobiliario urbano como en el mutuo respeto entre los distintos usuarios de estos espacios. Una campaña de información sobre el uso de los parques públicos entre sus visitantes sería adecuada.
::: Noticia generada a las 10:53 AM
Fuente: El País
Fecha: 17-11-04
Autor: SERGIO MAKAROFF
Con techo (de estrellas)
Primer día. Domingo por la tarde. Maite, la obrera filósofa, y su cronista consorte sentimos la llamada del arte. Nos vamos a la Fundación Miró, en Montjuïc. Está cerrada. Condecoro mentalmente al genio que decidió que este museo emblemático de Barcelona cerrara sus puertas justo cuando la gente tiene más tiempo para visitarlo. La condecoración consiste en una patada en el culo.
Ya que estamos por ahí decidimos explorar la zona. Trepamos montaña arriba por unas escaleras solitarias y encontramos un parque. ¡Otro parque que no conocía! Los Jardines de Petra Kelly. Parece un vivero. Confirmado: aquí crían plantas. No hay un alma. Vamos recorriendo los terraplenes. En un cobertizo, un alma. Sentado sobre una pila de elementos de jardinería un señor se agarra la cabeza, mimetizado con el entorno. Casi tropezamos con él. Parece un vagabundo tetrabriquero, pero ¿quién soy yo para juzgar a la gente? Emite un gruñido suave, parecido a un ronroneo. Nosotros decimos "¡glups!" y nos largamos.
Seguimos paseando. Desde aquí, la vista de Barcelona no se parece a ninguna otra. Caminamos entre los invernaderos. Detectamos diversas acumulaciones de la misma planta. Reflexiono. La diversidad caótica del bosque es una fuente de belleza, quizá la mayor de este mundo. La agregación geométrica de macetas iguales produce otro tipo de impacto. Es una instalación. El museo estaba cerrado, pero el arte está en todas partes. ¡Aleluya!
Llegamos a unos edificios aptos para la actividad humana. Hay un comedor. Está abierto. Husmeamos con excitación y culpa. ¿Estaremos metiendo las narices donde no debemos? Nos parece que en cualquier momento aparecerá un guardia jurado para increparnos por nuestro atrevimiento. Pero no. En nuestro primer día sólo vemos al vagabundo ronroneador. Y un montón de recovecos y terrazas en los que tumbarse a leer un libro. También abundantes lechos de hierba en los que hacer el amor y no la guerra.
Segundo día. Laborable. El personal de Parques y Jardines está entregado a sus envidiables tareas específicas. Sembrar, regar, trasplantar, podar, oler las flores, soñar. Hablo con un hombre de verde. Me intereso por el tetrabriquero. "¡Ah, sí! Vive aquí. No molesta. A veces lo echamos, pero vuelve. Parece que no sabe hablar. Hace unos ruiditos y nada más".
Me atiende el biólogo Esteban Durall, técnico de vivero. Es muy amable, pero insiste en que mejor que hable con el jefe. Le saco el tema del habitante solitario y confirma todo lo dicho por el subalterno. "Es inofensivo. Y limpito. Bebe de la fuente, duerme donde puede. Lo toleramos, hacemos la vista gorda".
Me encantaría saber la historia de ese hombre. Supongo que no habrá demasiado romanticismo en ella. Más bien psiquiatría y soledad. Pero si supiera hablar, le tiraría de la lengua. Siento una fascinación morbosa por los vagabundos solitarios. Creo que si los hechos se encadenaran con un poco de mala pata, podría acabar así. Después de todo, soy músico y periodista. Por cada Manolo García y Luis del Olmo hay 999 como yo.
Sé que no va a pasar, las cosas van bien, pero... voy apuntando mentalmente los comedores de beneficencia y los lugares donde pasar la noche después de vagar por la ciudad. Montjuïc es ideal. No hay fieras salvajes, víboras venenosas ni arañas ponzoñosas. El peligro mayor para un vagabundo en Montjuïc son los que tienen hogar pero no tienen corazón, los rapados neonazis y gente así.
Seguimos recorriendo el recinto. En un rincón apartado descubrimos a un tío con una sierra brillante, recién comprada. Está cortando unos postecillos que, aunque en estado de semiabandono, se ve que no son ramas caídas del árbol. Le preguntamos qué hace. Maite y yo no parecemos guardas forestales ni mossos d'esquadra, pero el serruchador emboscado se inquieta. Rompo el hielo con una de mis famosas bromitas. El menda resulta ser Kyle Relli, oriundo de Filadelfia y residente en Barcelona. Es pintor. Afirma que expone en la Galería Serilla, de la calle de Ferlandina, 39, desde el 27 de octubre. Las maderas de las que se está apropiando son para los marcos de sus cuadros.
Por fin logro hablar con Juan Serrahima, maestro jardinero y responsable de todo esto. El Vivero de Tres Pinos, más el Nuevo Vivero de Tres Pinos y los Jardines de Petra Kelly son unas instalaciones de doble uso. Sus casi nueve hectáreas sirven para criar las especies con las que se repueblan las zonas verdes de Barcelona. Al mismo tiempo es un parque público, quizá el menos frecuentado de la ciudad. También funciona una escuela de jardinería, dependiente del IMEB (Instituto Municipal de Educación de Barcelona).
Sí, el señor Serrahima es consciente del privilegio que comporta ir a trabajar todos los días a una colina llena de plantas ornamentales, con vistas espectaculares de la ciudad y el mar. Sí, conoce al vagabundo ronroneador. Coincide con sus dos subordinados. Casi se diría que están encariñados con mi potencial compañero de desventuras. Tienen corazón.
El futuro me sonríe.
::: Noticia generada a las 10:46 AM