domingo, noviembre 27, 2005 :::
Fuente: ABC Fecha: 6-11-06
Inaugurado en Barcelona el primer jardín terápeutico de España
BARCELONA. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró ayer el primer jardín terapéutico de España, situado en la finca «Villa Florida» en Sant Gervasi. El jardín permite andar descalzo por tres alfombras con diferentes texturas -hierba, piedras de diferentes tamaños, arena fina y gruesa- a través de las que se hace una terapia para recuperar la sensibilidad de los pies. El alcalde destacó que la inauguración del jardín supone «un primer paso para la recuperación de la finca».
La iniciativa, pionera en España, se ubica en una finca modernista que, durante años, albergó la Escuela de Puericultura. Tras negociaciones con los propietarios privados, el Ayuntamiento de Barcelona tomó posesión del inmueble y traspasó la propiedad al distrito de Sarri-Sant Gervasi. El edificio se convertirá en un centro cívico para el barrio, que abrirá sus puertas, en principio, a finales de 2006 o principios de 2007, según Ep.
Por otro lado, en referencia al anteproyecto de ordenanza cívica de Barcelona y a las enmiendas que han anunciado ICV y ERC, el alcalde de Barcelona se mostró optimista respecto a la aprobación del texto y, confirmó que confia en el acuerdo entre los diferentes grupos municipales
::: Noticia generada a las 5:19 PM
Fuente: La Vanguardia Fecha: 19-11-05 Autor: Ignasi Viladevall-Palaus
Hortensias en el corazón HAY CONJUNTOS DE FLORES QUE VALEN EMOTIVOS Y FERVOROSOS RECORDATORIOS
Lo recuerdo perfectamente. Aquel jardín de la finca de La Roca del Vallès no puedo desligarlo de mi vida: sus hortensias eran únicas. Es asombroso como las formas capturan recuerdos de personas pues la planta que hoy trato suscita de forma involuntaria el recuerdo imborrable del avi Josep. Desatar la evocación de ese hombre de la imagen de la hortensia me resulta imposible.
Las mejores hortensias que he visto en mi vida las cultivaba él. En sus grandes hojas repiqueteaba con regocijo la lluvia. Sus nervaduras eran como las circunvalaciones del cerebro que salía en un cromo del álbum Vida y color.Bajo las inflorescencias en cima de sus cabezuelas solía detenerme embobado a seguir con los ojos las mariposas.
¡Hasta dos metros de altura medían! Sí, de este modo lo percibía un corazón de niño. El abuelo las había plantado en el sitio más indicado, en una zona luminosa no expuesta a los rayos solares. Como el suelo era alcalino la planta daba flores rosadas (en suelos ácidos produce flores azuladas) y eso era a cambio de abono, riego frecuente y un poco de estiércol a la tierra. A semisombra, y gracias a las variaciones de sol que orquestaban grandes copas de pinos, prosperaban bien aquellas hortensias. Entre su ramaje se distinguía el viejo castillo que antes de su reconstrucción parecía, aún me acuerdo, una muela cariada.
Me temo que hoy no voy a presentar una realidad, sino su recuerdo, pero no importa. Así la descripción de la Hidrangea macrophylla puedo redactarla de memoria. Pruebo pues: originaria del lejano oriente e introducida en Europa a fines del siglo XVIII, la hortensia es una especie semiarbustiva muy apropiada para cultivar en jardines de pasajes. Se trata de una planta caduca de hábito erecto y porte erguido (parece sentir una fuerte necesidad de huir de sí misma y levitar) provista de grandes hojas pecioladas de forma ovalada (el verde es de una intensidad deslumbrante) y flores estériles reunidas en inflorescencias corimbiformes, pero con el cáliz compuesto de grandes sépalos de variados colores. Florece en primavera y verano. Cuando desvaídos por el tiempo se caen los sépalos la planta se desfigura. El decoloramiento y la transfiguración que produce el otoño es una vez más un hecho inexorable.
Hay hortensias rojas, blancas como la nieve, rosadas (éstas van unidas a mis primeras contemplaciones) y otras de un azul purpúreo comparable a la tonalidad que coge el paisaje en noches de luna llena. Con la paleta más reducida la flor se llena de encanto. Gómez de la Serna dedicó a las azuladas una fabulosa greguería: "La hortensia tiene mojados de cielo sus ojos azules". Ramón llevaba razón: pocas flores siguen a la hortensia en magnificencia cromática. En Ocupación del cielo Ángel Crespo traza pomposas analogías: "Dos galaxias vosotras/ semejáis, dos discretas/ fuentes de luz parada…". ¿Exagerada miniatura del cielo estrellado? No, en absoluto; ya se sabe que toda la energía del universo está concentrada en algo diminuto. La riada de imágenes hace además más propicia la sensación de tiempo detenido
¡Qué motiva las selecciones que efectúa la memoria! Cuanto más pasa el tiempo, más retorna uno a la niñez. Las ilusiones de la infancia nunca se pierden. A menudo cierro los ojos y bajo la mirada protectora de mis padres todavía entreveo aquellas gigantescas hortensias que cultivaba el abuelo; eran como las almenas de su jardín. "Com el Vallès, no hi ha res", decía con emoción. Si uno miraba hacia lo alto nada más veía pedazos de cielo porque la fronda aromática de los pinos ciertamente lo cubría todo; y quizá algún jilguero que otro meciéndose alegremente en las ramas. No podía haber más armonía entre la ilusión y la verdad. Al rememorar aquel río de vivencias me recorre un breve escalofrío. De pronto, esta conciencia triste de que la vida se escapa y engaña se vuelve drama y enigma. ¿Por qué será que cuando veo una hortensia la imagen tiende a coger el aire irreal de un ensueño? Quizá la realidad no es tan real como pensamos.
::: Noticia generada a las 5:14 PM
domingo, noviembre 06, 2005 :::
Fuente: La Vanguardia Fecha: 30-9-05 Autora: Blanca Cia
Montjuïc estrena rutas guiadas por caminos y sendas de la montaña Los recorridos parten de los jardines de Joan Brossa
Barcelona Visitas guiadas entre una vertiente y otra de Montjuïc por caminos y sendas, algunos de ellos recuperados en los últimos años. Se trata de una iniciativa que ha puesto en marcha el centro gestor de la montaña en septiembre con la intención de promocionar más las posibilidades de ocio de Montjuïc, especialmente las cotas medias y altas, que son las más desconocidas. La promoción está dirigida principalmente a los ciudadanos del área de Barcelona. Las visitas guiadas están pensadas especialmente para grupos escolares, centros cívicos y de la tercera edad, aunque también pueden disfrutarlas los particulares. Los caminos y jardines de la montaña de Montjuïc son unos grandes desconocidos para buena parte de la población barcelonesa. En realidad, son los turistas los que frecuentan más la montaña porque está incluida en los itinerarios de la mayoría de los operadores turísticos. Y la visión que tienen es completamente parcial, ya que en la mayoría de las ocasiones son trasladados con autocares a puntos concretos, como los jardines del Mirador del Alcalde y las instalaciones del anillo olímpico; un rato de panorámica, y de vuelta al autocar. Las rutas que se han empezado a organizar este mes de septiembre ofrecen varios recorridos de distinta duración, parten de los jardines de Joan Brossa -el antiguo parque de atracciones- y pueden llegar hasta el camino del Esparver, situado por encima del Sot del Migdia, a unos 350 metros sobre el nivel de mar. El tiempo completo del paseo puede ser de unas tres horas, durante las que un guía -monitores de la Fundación Pere Tarrés- explica particularidades de los espacios, los jardines y los antiguos usos relacionados con la historia de Barcelona. Las paradas previstas son 10. Después de salir de los jardines de Joan Brossa-panorámica sobre Barcelona y referencias a la historia del emplazamiento, desde el monte de los judíos al parque de atracciones, pasando por el barraquismo de mediados del siglo pasado- se llega al Mirador del Alcalde. La tercera parada es la pineda de mar junto al castillo, con explicaciones sobre los bosques de Montjuïc y las especies ornitológicas, hasta llegar al pie del castillo, donde la información se centra básicamente en los orígenes de la fortificación. El monumento al metro lineal es la quinta parada, y la sexta incluye los fosos del castillo y el Xerojardí. De allí se llega al Mirador del Migdia, sobre la Zona Franca. La séptima parada es el camino del Gurugú, en medio de pedreras y muy cerca de las instalaciones olímpicas. De allí se accede al Castell del Port, unos restos de la que fue la residencia de los condes de Barcelona en 1022. La última etapa es el camino del Esparver, situado en la cota más alta por encima del Sot del Migdia. Los grupos serán de 20 a 30 personas y las tarifas no están cerradas, según señalaron fuentes de Barcelona de Servicios Municipales (BSM), aunque pueden oscilar entre 80 euros los grupos de adultos y 40 los de niños. La iniciativa de hacer rutas guiadas por los caminos de la montaña se encuadra también en el enésimo intento del Ayuntamiento de acercar la montaña al uso ciudadano, especialmente al ocio del fin de semana, y de que Montjuïc deje de ser una suma desordenada de actividades.
::: Noticia generada a las 8:41 AM

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