Jardines de Madrid

domingo, septiembre 29, 2002 :::

CARTAS MADRILEÑAS
Algo más que un parque

Fuente:El Mundo
Fecha: 24-6-02
Autor: Antonio García

Señor Adriano García Loygorri... concejal de Medio Ambiente, le escribo la presente para animarle, porque le imagino cariacontecido por la que le montó ayer la oposición en la Dehesa de la Villa.Debe de estar usted desconcertado por el hecho de que Trinidad Jiménez, la candidata socialista a la Alcaldía, se haya metido de lleno en la precampaña electoral haciendo bandera de un tema aparentemente secundario. La oposición quiere que la Dehesa de la Villa sea algo más que otro parque cualquiera de la ciudad; desea convertirlo en un bosque urbano, el primer bosque de Madrid.No quiere que haya farolas, ni caminos urbanizados con bordillos; pide que se cierre al tráfico la carretera que atraviesa la Dehesa y que se haga un plan especial que recoja las singularidades de la zona, como la vegetación y la variada población de aves.
La Dehesa de la Villa tiene un alto valor emocional para los madrileños, don Adriano, dado que hunde sus raíces en la Edad Media, cuando Madrid todavía no era Corte. Sólo una pequeña población que acababa de ser conquistada a los musulmanes. Es el espacio verde más antiguo de la ciudad. Como terreno de pastos, formaba parte del común, y los vecinos quieren que siga siendo eso: una zona de uso colectivo que se mantenga tan virgen como sea posible. Puede que usted piense que se trata de un planteamiento utópico que no tiene cabida en nuestro mundo, que la Edad Media fue un periodo oscuro felizmente desaparecido y que el modelo urbano que Madrid debe seguir es el de la Ilustración, que tan impecablemente representó el rey Carlos III. Es verdad, pero, querido concejal, debe reconocer que cierta dosis de utopía es necesaria en política para entusiasmar a los ciudadanos, sobre todo cuando los programas de los partidos son tan parecidos y planos que aburren a los electores.

Algo especial habría que hacer en la Dehesa de la Villa, algo que singularice este espacio verde en el que, en tiempos remotos, quizá pastasen los bueyes de San Isidro. Don Adriano, sin querer entrar en la batalla política, sí quiero decirle que estoy de acuerdo con la oposición en que este lugar es algo más que otro parque de Madrid. Representa el origen humilde de la capital de España y tiene un alto valor simbólico para los madrileños.Señor concejal, no subestime el poder emocional que tiene la Historia cuando se une, como en este caso, al respeto y cuidado por el medio ambiente.

Jardín colgante romantico Palacio de Anglona
Este verano se abrirá el único jardín colgante romántico de Madrid

Fuente: ABC
Fecha: 17-6-02
Autora: Sara Medialdea

Junto a la plaza de la Paja, a la vera de la calle de Segovia, se encuentra la puerta que da acceso a un jardín recoleto e íntimo, el único jardín colgante romántico de Madrid: el del Palacio de Anglona. El Ayuntamiento está rehabilitando ahora este espacio, que este verano se abrirá al público.

MADRID. La idea de recuperar el jardín del Palacio de Anglona venía de antiguo, pero se ha reactivado hace unos meses, a raíz de una propuesta de IU en el pleno de la Junta de Centro. El concejal del distrito, Carlos Martínez-Serrano, ha querido aprovechar la ocasión y dar un paso más allá: «Se trata no sólo de rescatar ese espacio, sino también de darle un sentido didáctico». Eso se conseguirá utilizando el jardín, durante la época escolar, como aula al aire libre y aula de historia, todo en uno.
La reforma del jardín ha atravesado por dos fases: la primera tuvo que paralizarse porque necesitaba abrir un acceso nuevo por la calle de Segovia, mediante una escalinata, y esta iniciativa fue rechazada por un dictamen de la Real Academia de Historia, dado que destruía los sillares que cercan el jardín, que datan del siglo XVII.
El Ayuntamiento, ante esta opinión experta, desistió del primer proyecto, y ha optado por una rehabilitación que devuelve al jardín su estado original, e incluye sustituciones de materiales por otros idénticos en los casos de mal estado.
El jardín de Anglona tiene un trazado propio del siglo XIX, aunque cuenta con elementos anteriores, entre ellos caminos y paramentos de trazado mudejar que algunos sitúan en el siglo XVI. Tiene una fuente central -que será sustituida por una de mayor envergadura-, un templete que fue utilizado para veladas musicales, y pasillos con paredes y «techos» tapizados de rosales.
Cerrarlo de noche
La intención del Ayuntamiento, explicó el concejal Carlos Martínez-Serrano, pasa por mantener el jardín abierto durante el día, ocuparlo las jornadas lectivas con visitas de colegios, y «por supuesto, cerrarlo por la noche, como ocurre con los jardines de Sabatini o los del Casino de la Reina; son espacios que no se pueden mantener abiertos permanentemente por respeto a los vecinos».
Los más cercanos de todos son los residentes en el Palacio de Anglona, al que pertenecía el jardín hasta que fue expropiado en 1978. La zona del edificio será separado del jardín mediante unas altas celosías.
Está previsto que las obras que se llevan adelante estén finalizadas a lo largo del verano, de manera que pueda abrirse al público entre julio y agosto, y los escolares comiencen a visitarlo con el comienzo del curso próximo.

El «pasillo verde» de El Pardo recupera los jardines y regenera el Manzanares

Fuente: ABC
Fecha : 30-5-02
Autora: María José Olmo

MADRID. El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cortés, inauguró ayer el Paseo de la Ribera de El Pardo, un auténtico «pasillo verde» de alto valor histórico que discurre entre la carretera de Mingorrubio y bordea los recintos de los cuarteles de la Guardia Real hasta los jardines situados junto a la Casita del Príncipe, tal y como adelantó ABC.
Los trabajos llevados a cabo por la Consejería, a través de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda, en colaboración con Patrimonio Nacional, han permitido recuperar estos reales jardines para recreo y disfrute de los madrileños y regenerar la ribera del Manzanares. «Nos encontramos ante un paraje maravilloso. La Comunidad ha logrado rehabilitar una zona que presentaba un estado de semiabandono, fundamentalmente en el entorno del río Manzanares», aseguró Cortés.
Ahora, el Paseo de la Ribera, un enclave de singular belleza que conjuga caminos con zonas estanciales para el descanso, queda integrado en su entorno medioambiental y en el conjunto monumental creado alrededor de la Casita del Príncipe, habiéndose potenciado a su vez el uso peatonal de la zona en detrimento del vehículo. El nuevo «pasillo verde» se extiende a lo largo de una superficie de 14.000 metros cuadrados que incluyen una vía peatonal de 800 metros de longitud de una anchura de entre 15 y 25 metros. Cortés, que recorrió este Paseo acompañado de la concejala-presidente del distrito de Fuencarral-El Pardo, Nieves Saéz de Adana, explicó que la recuperación de este espacio natural ha supuesto una inversión de 997.828 euros. El recorrido, jalonado por bancos y pérgolas, cuenta con una vía ciclista y una fuente de piedra de agua potable.

El Retiro, parque multicultural en el centro de Madrid
Cada domingo, miles de personas de diferentes países disfrutan del espacio más emblemático de la capital, que se ha convertido en lugar de referencia para los extranjeros que llegan a Madrid

Fuente: El Mundo
Fecha: 29-4-2002
Autor:VICTOR AUNION

MADRID. Cruzar la verja del Retiro un domingo por la mañana supone entrar en un recinto donde la multiculturalidad de una ciudad como Madrid se hace patente. Todo tipo de nacionalidades y culturas ocupan este pulmón verde de la capital.
En apenas unos cientos de metros se puede escuchar música peruana, consultar el futuro a través del tarot o las palmas de las manos, ver unos títeres argentinos e incluso unirse a las plegarias de algún predicador brasileño que pide por la salvación de las almas de los pecadores.

En los últimos años, este parque, en el corazón de una de las zonas bien de la capital, ha cambiado su paisaje humano. El recinto que se creo para el ocio y descanso de la Familia Real es el lugar preferido de muchos madrileños, pero también de un cada vez mayor número de inmigrantes que se reúnen para disfrutar de su día de descanso con sus compatriotas.

La comunidad más numerosa y visible dentro del parque es la ecuatoriana.La zona que linda con la calle Alfonso XII parece un pequeño trozo de Quito en Madrid. Es el punto de reunión elegido para ver a sus compatriotas y paliar un poco la nostalgia de su patria y de su cultura. En el Retiro, varios cientos de ciudadanos ecuatorianos conversan sobre lo que hará Ecuador en el mundial, otros juegan al fútbol, su deporte nacional, cantan y beben sentados en la hierba.

También venden comidas y bebidas tradicionales de manera solapada, pero ante la aparente permisividad de varios miembros de la Policía Municipal, que unos minutos antes estaban retirando el puesto de un ciudadano chino que hacía dibujos a los paseantes.

Antes de comer, algunos pasan por un original servicio de peluquería instalado en unos bancos. Allí, algunos hombres se cortan el pelo y varias mujeres se peinan mientras otras muchas hacen cola para recibir las atenciones de unas peluquerías muy económicas.

«Saben nuestras costumbres, nos peinan mejor y además es mucho más barato que cualquier peluquería», cuenta una de las usuarias de este servicio.

Mientras tanto, otros ecuatorianos aseguran que acudir a el Retiro es ya una tradición para ellos. Incluso en Ecuador se conoce este parque madrileño y a él acuden muchos recién llegados para entablar amistades, buscar vivienda o recibir consejo de aquellos que llevan ya varios años en el país.

Muchos miles de personas disfrutan del Retiro en un día soleado como el de ayer. Sin buscar demasiado se puede encontrar gente de los cinco continentes.

Leena es polaca, lleva ya cinco años en Madrid y le encanta tomar el sol. «Algunos domingos venimos aquí a comer y a disfrutar del sol, nos juntamos unos cuantos polacos para hablar de nuestras cosas. Se está muy bien aquí y no nos gastamos mucho dinero», asegura en perfecto castellano mientras acaba de comer con unos 20 compatriotas. Los ciudadanos del este de Europa son también muy numerosos. No solo polacos, también rusos y ucranianos (jamás decirles que son rusos) se reúnen para comer en este parque muchos domingos.

Mientras tanto, en las terrazas de los bares alrededor del estanque, aún en obras, cuentan entre sus clientes con turistas de paso por nuestra ciudad. «Es un parque precioso», dice Robert, estadounidense que se despertó ayer por la mañana sin saber muy bien qué hacían miles de personas corriendo por toda la ciudad. Sentado en una mesa bien surtida de raciones de jamón serrano y cerveza asegura que «nos dijeron en el hotel que este era un buen sitio para visitar».

A escasos metros, un ciudadano chino, que asegura ser médico y especialista en acupuntura ofrece masajes relajantes por cinco euros. A su lado, unos titiriteros argentinos embelesan a varias decenas de niños con sus guiñoles.

Entre este maremagno de gente es fácil adquirir sustancias estupefacientes.Ni siquiera hace falta buscarlo. El hachís es ofrecido al paseante, que a plena luz del día y con total normalidad puede adquirir estas drogas como el que compra un helado. Hasta dos o tres veces puede cualquier chaval joven recibir ofertas para comprar un poco de chocolate.

Además de toda esta mezcla de culturas y nacionalidades también hay madrileños. Todos son conscientes de los cambios que se han dado en el Retiro en los últimos años. Carmen, vive en la zona «de toda la vida» y es consciente de este cambio. Funcionaria jubilada, tiene la costumbre de comprar el periódico del domingo e ir a leerlo al parque. «A mí me gusta esta mezcla de gente, aunque también tengo amigos que se sienten molestos en ciertas zonas. Pero todo es acostumbrarse porque el Retiro es de todos, es un sitio precioso que cualquiera que viva en Madrid debería visitar y disfrutar de él», añade esta veterana y profunda conocedora de un lugar de la ciudad que está asumiendo los cambios que vive la sociedad madrileña.