sábado, marzo 05, 2005 :::
Fuente: Madridiario
Fecha: 17-2-05
Autora: Ana Narbón
Jardines monumentales
En los terrenos de la fachada norte del Palacio Real se encuentra una de las zonas verdes más bellas de la ciudad, los Jardines de Sabatini
Oriente y justo colindante con la fachada norte del Palacio Real se esconde un espacio verde monumental. Se trata de los Jardines de Sabatini, un proyecto gestado durante la Segunda República. Simplemente con observar este espacio desde sus escaleras de entrada el visitante advierte la magnitud de la belleza de unos jardines que ocupan el lugar donde antiguamente había unas caballerizas. Su principal característica es que sus más de dos hectáreas de superficie recuerdan a los jardines franceses donde la simetría de sus parterres son el elemento dominante.
Los Jardines de Sabatini son uno de los pocos espacios que tienen un nombre que no corresponde con la persona que creó el lugar sino con el autor que diseñó el edificio que anteriormente ocupaba este espacio madrileño. Es decir, antiguamente donde a día de hoy se encuentran estos jardines se levantaban las caballerizas que Carlos III mandó realizar a Francisco Sabatini, de ahí el nombre del jardín que no comenzaría a gestionarse hasta el año 1931 cuando se proclamó la Segunda República y el Gobierno incautó los bienes del Real Patrimonio cediendo los edificios que se levantaban en este lugar al Ayuntamiento de Madrid con el fin de que hiciera un parque público. Finalmente, y después de un concurso de ideas, fue el proyecto de Fernando Mercadal el que resultó ganador. Toda una joya de la jardinería que, después de la reforma en 1972 durante la cual se construyeron las monumentales escaleras, no debe dejar de visitar ningún madrileño.
De esta opinión es la responsable municipal de los jardines, Caridad Mergarejo, la cual señala que "este es un lugar que por su ubicación vale la pena visitar". Las especies dominantes son los setos de boj y aligustres así como las formas taparias de los cipreses, los pinos y los majestuosos magnolios que hacen contraste con los azules de las arizónicas y la lámina de agua del estanque. Concretamente, el jardín está dividido en tres terrazas estando marcada la inferior por la simetría de los parterres. Unos parterres compuestos por setos que crean caprichosas figuras geométricas, cuidadas con gran esmero.
En este sentido, Mergarejo afirma que "los jardines están muy protegidos porque hay un horario de entrada y de cierre para evitar el vandalismo". Además, entre los setos de boj, que aquí llegan a medir hasta cincuenta centímetros, se alzan los magnolios que no dejan indiferente a nadie debido a sus espectaculares dimensiones y a su floración durante los meses de junio a octubre. "Son verdaderamente hermosos", declara orgullosa la responsable de estos jardines.
Pero la hermosura de esta zona verde no acaba aquí ya que si el visitante se adentra por un camino preparado a propósito para el disfrute llega hasta una de las fuentes del jardín desde donde se observa el estanque, perfilado su perímetro por los elegantes abetos y con la fachada norte del Palacio Real al fondo. Si el visitante accede a la segunda zona de los jardines puede comprobar que la especie predominante son los pinos que tienen formas muy curiosas "porque en un primer momento se plantaron muy juntos y cada uno ha ido buscando su sitio", aclara Mergarejo. También se caracterizan porque desde arriba forman una cúpula perfecta de sombras.
Por otra parte, la tercera zona, que sirve de mirador, está distribuida en parterres formados por setos de boj tapizados en su interior por césped y custodiados por los cedros del Atlas que aportan majestuosidad a la zona. "Los cedros son magníficos en esta zona. Se trata de especies caducas condicionadas que dependiendo del frío se pueden desnudar o no". En los jardines, el riego es por goteo aunque en la zona de abajo es por aspersión. En este sentido, Caridad afirma que "todavía no ha llegado el riego a los jardines con agua reciclada porque habría que hacer una canalización paralela más o menos igual que la del Canal de Isabel II".
Respecto a la fauna, las aves más corrientes que habitan en los jardines son las palomas, sobre todo las torcaces "cuya población en los últimos tiempos se ha incrementado de forma considerable", declara Caridad.
Estatuas de reyesAsí como los pinos, los magnolios o los cedros provocan en el espectador una sensación de majestuosidad las estatuas que adornan el parque contribuyen también a ello. Representan a reyes españoles y en un principio estaban destinadas a coronar el Palacio Real pero que finalmente no las ubicaron en su emplazamiento original para que la estructura del Palacio no soportara tanto peso.
Una de las más admiradas es la estatua de Carlos III quien, curiosamente, no tuvo ningún interés durante su reinado en que se construyeran estos jardines ya que quiso realizar un proyecto más urbano debido a que prefería dar ornato al Palacio Real rodeándolo con edificios mejor que con parques.
Tanto la historia de los jardines como los propios ejemplares que en dicha zona se pueden encontrar convierten a este espacio en un sitio idílico para disfrutar al unísono tanto de la historia de España como de sus zonas verdes. Los jardines permanecen abiertos de nueve de la mañana a ocho de la tarde durante los meses de octubre a abril, y de nueve de la mañana a nueve de la noche de mayo a septiembre.
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