Los primeros pobladores.
Las primeras evidencias de la presencia humana en la zona del valle alto del Guadiato arrancan ya desde el paleolítico Inferior, con el hallazgo de un bifaz del período Achelense. Del Paleolítico Medio han sido hallados utensilios de cuarcita en los que se emplea la técnica Levallois.
El en el Calcolítico cuando se observa un aumento poblacional, encontrándonos situados aquí poblados situados tanto en cerros aislados como en valle. Junto a los poblados hemos de destacar sobre todo la existencia de monumentos megalíticos del tipo dolmen. De la cultura material del período destaca la presencia de cerámica campaniforme, útiles de sílex y hueso, algunos objetos metálicos, así como elementos de piedra pulimentada tales como azuelas y hachas. También del período y relacionado con la actividad productiva y de transformación del alimento encontramos por ejemplo molinos de mano de tipo barquiforme.
La Antigüedad.
Existen evidencias de la presencia de asentamientos de la cultura ibérica, tanto de núcleos de población como de explotaciones mineras.
En época romana destaca sobre los otros asentamientos la ciudad de Mellaria, importante núcleo de la Beturia Turdula. Las actividades principales de la ciudad giranban en torno a la extracción del mineral y a la apicultura, que le daba nombre, y que es el origen del actual nombre de Fuente Obejuna.
El Medievo.
Escasas con las noticias referentes a la zona en época islámica. Nos encontramos ante un área de poblamiento disperso en alquerías o aldeas, habitadas según algunos autores por población beréber.
En el siglo XII se convierte en territorio fronterizo entre la cristiandad y el islam, lo que motivo su progresivo despoblamiento.
Es en el siglo XIII cuando se realiza la repoblación, con la consiguiente nueva estructura y ordenación del territorio. A paritr de este momento se inicia la recuperación demográfica, proceso que culmina en el siglo XV, a fines del cual el municipio se convierte en la encomienda mayor de la orden de Calatrava, siendo comendador Fernan Gómez de Guzmán.
Tras las revueltas populares contra el comendador, inmortalizadas por Lope de vega, en 1476 la población pasa a pertenecer al Concejo de Córdoba.
La Edad Moderna.
Fuente Obejuna se configuró durante la Edad Moderna como la población principal de la comarca del Guadiato. Su economía, de carácter fundamentalmente agropecuario, se basó en el aprovechamiento de sus extensas dehesas, así como en el cultivo de cereales y vid.
En esta época aparecen las primeras notas históricas sobre las aldeas (1549), "pequeños núcleos de población de colmeneros, pastores y cabreros de sierra morena", los cuales eran más numerosos en la mitad meridional del término por sus especiales condicionamientos físicos.
En el siglo XVII se produjo una crisis demográfica de la que no se produjo una recuperación hasta bien entrado el siglo XIX.
La Época Contemporánea.
Como la mayor parte de las zonas rurales cordobesas, Fuente Obejuna, con una población dispersa mucho mayor que la media provincial, por la existencia de numerosas aldeas, sufre la inestabilidad política, pobreza y enfrentamientos sociales.
Durante la Guerra de la Independencia ve mermado su patrimonio cultural, perdiendose entre otras cosas su Archivo Municipal en un incendio (1810). Las frecuentes requisas, confiscaciones, epidemias y mala conyuntura económica, hicieron que en la primera mitad del siglo XIX se elevaran los niveles de pobreza y desigualdad social.
En las primeras décadas del siglo XX se produjo un incremento poblacional, que vendría de la mano de las explotaciones mineras y la importante inmigración.
